HAITÍ

Haití: primer ministro Ariel Henry deja el cargo en medio de una ola violencia

Desde hace varias semanas Haití vive una de sus peores crisis de gobernabilidad

Las pandillas en Haití se han adueñado de la calles de las isla caribeña
Las pandillas en Haití se han adueñado de la calles de las isla caribeñaCréditos: Twitter
Escrito en MUNDO el

El primer ministro de Haití, Ariel Henry, dimitió al cargo en medio de una ola de violencia en el país y la presión por grupos criminales que amenazaban con un genocidio.

Con la salida de Henry se establece un consejo presidencial de transición y el nombramiento de un primer ministro interino, anunció el presidente de turno de la Comunidad del Caribe y líder de Guyana, Irfaan Ali.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

El dirigente de turno de Caricom, acompañado por otros jefes de Gobierno de la organización caribeña, explicó en una rueda de prensa a última hora del lunes en Kingston que se ha acordado "la creación de un consejo presidencial de transición formado por siete miembros con derecho a voto y dos observadores".

Esta decisión fue adoptada tras una reunión en Jamaica con representantes de otros socios internacionales como Estados Unidos y Francia, así como de la ONU.

Henry no asistió al encuentro, permaneciendo en Puerto Rico, donde lleva una semana varado ante la escalada de la violencia en Haití y las presiones para que renunciara.

¿Qué está pasando en Haití?

La escalada de violencia por la que se encuentra pasando Haití desde que inicio marzo, sobre todo en la capital, Puerto Príncipe, ha captado la atención de la comunidad internacional por la situación de inseguridad e ingobernabilidad que se vive en el país, y cuyas víctimas son principalmente la población civil de escasos recursos, que lucha por sobrevivir en ese contexto adverso en el que se encuentra.

La escalada de violencia de estos últimos días en Haití inició tras la realización de ataques armados altamente coordinados por las pandillas en contra de las comisarías de policía e instituciones gubernamentales, siendo el evento más grave el ataque coordinado a la prisión más grande del país, el cual terminó con el escape de más de 3,000 presos, quienes volvieron a tomar el control de las calles a consta de la seguridad de los civiles.

Desde entonces, se ha reportado que las ciudades de Haití han caído bajo el control de las bandas criminales, quienes se oponen abiertamente al gobierno del impopular primer ministro Ariel Henry.

Las cifras de la violencia en Haití

Aunque la violencia reciente ha atraído la atención de la prensa internacional hacia Haití, está ha estado presente en la vida del país desde hace ya varios años. Siendo el incidente de mayor impacto el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, tras lo cual, el primer ministro Ariel Henry tomó el control del Poder Ejecutivo y Legislativo a espera de realizar elecciones bajo condiciones adecuadas. Pero hasta ahora no ha podido repeler a las pandillas, incluso ha perdido terreno frente a estas.

De acuerdo con datos de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), entre enero y junio de 2023, las pandillas cobraron la vida a más de 2,000 personas, lo que comparado con la población de Haití de 11.4 millones de personas, resulta un número increíblemente alto. Esta cifra, fue 125% superior a la cifra del 2022, lo que deja de manifiesto la escalada de violencia en Haití.

La tasa nacional de homicidios de Haití se duplicó el año pasado, alcanzando 41 asesinatos por cada 100,000 personas, según la ONU, una de las tasas de homicidios más altas del mundo.

Además de los homicidios, el secuestro es otro delito con un impacto significativamente alto en la isla, durante la primera mitad del 2023 se reportaron 1,014 casos. Así mismo, las pandillas en Haití suelen cometer otros delitos como “violaciones generalizadas”, ya que la violencia sexual es utilizada como medio para causar terror entre la población y establecer su control sobre esta. Todo esto ante la inoperancia de las autoridades, las cuales, para la población civil, “es como si no existieran”.

Las pandillas en Haití son prácticamente dueñas de todo, roban, saquean e incendian casas a voluntad mientras obligan a la población civil a escapar del país de forma encubierta, pues, en un país empobrecido y sin recursos, lo único que queda para que las pandillas hagan negocio es la propia gente, por lo que la trata de personas y el secuestro se ha convertido en el negocio más lucrativo para los delincuentes en Haití.

Sumado a eso, Haití figura como uno de los países más corruptos del mundo, por lo que los criminales suelen estar aliados con las autoridades y elementos de la policía. Pero no todos los policías son corruptos, sin embargo, aquellos que no lo son, se tiene que enfrentar a los delincuentes en situaciones desfavorables por lo que muchos han optado por renunciar a la corporación con el objetivo de mantener su seguridad y la de sus familias.

Según cifras de la ONU, los agentes en la policía haitiana están renunciando en masa: 1,663 agentes se fueron solo en 2023.

 

SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS