Miles de migrantes se ven obligados a aceptar empleos riesgosos en Estados Unidos sin protecciones laborales de las autoridades norteamericanas, los cuales ya han cobrado la vida de algunos de ellos sin que las empresas se hagan responsables por estos hechos.
Recientemente el periódico The New York Times, publicó un reportaje en el que se denuncia la falta de regulación de algunas de las agencias de colocación de empleo a las que recurren los inmigrantes indocumentados desesperados por encontrar una fuente de trabajo.
La falta de oportunidades y la violencia que se vive en sus países de origen los obligan a buscar una mejor oportunidad de vida, aunque los riesgos sean altos.
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El texto hace hincapié en los diversos casos reportados en el estado de Illinois, donde trabajadores hondureños y nigerianos han perdido la vida durante sus jornadas laborales en empresas que producen alimentos congelados como pizzas que se distribuyen luego en tiendas trasnacionales como Walmart.
Las agencias contratan a migrantes vulnerables a la explotación laboral
El reportaje relata los fallecimientos de Adewale Ezekiel Ogunyemi y Leily López Hernández de 42 y 31 años respectivamente, quienes murieron mientras realizaban labores de sanitización y limpieza de las máquinas de la empresa Rich Products Corporation.
De acuerdo con un informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, en ambos, fueron empleados por agencias de colocación que se han vuelto omnipresentes en la economía de las empresas que recurren a ellas para encontrar trabajadores para fábricas, almacenes y centros de distribución, donde los puestos suelen ser temporales y difíciles de cubrir.
Por lo que las empresas pueden eludir la responsabilidad de contratar y tratar a estos trabajadores, aun cuando se benefician de ellos, por tratarse de personas en situación desesperada y vulnerables ante la explotación.
The New York Times afirmó que, un reciente estudio hecho en Washington señaló que la tasa de lesiones entre los trabajadores temporales en Ohio e Illinois, ajustada a la distribución de los trabajadores en las distintas industrias, era aproximadamente un 67 por ciento más alta.
Entre los casos con reporte más comunes de lesiones graves entre los empleados indocumentados se encuentran fracturas, amputaciones, abortos espontáneos o la muerte y explica que para algunos de los trabajadores o sus familias es difícil exigir cuentas a los patrones porque la agencia, quien es reconocida como su empleador real, actúa como un escudo legal.
Desde 2017, se han contabilizado al menos 50 muertes en lugares de trabajo donde han estado involucrados empleados de agencias de colocación que contratan a migrantes indocumentados.
Asimismo, el diario señala que las ganancias de este tipo de empresas son de miles de millones de dólares anuales.
Las empresas responsabilizan a las agencias de contratar a migrantes indocumentados
Ante la solicitud del Times de algún comentario de las empresas, uno de los representantes de Rich Products Corporation dijo que la empresa no contrata a trabajadores indocumentados, pero “no podemos hablar de las prácticas” de la agencia de empleo.
Por otro lado, los trabajadores evitan denunciar las malas prácticas y hablar sobre las deficientes o nulas capacitaciones que reciben, incluso instrucciones en idiomas que no comprenden, ante el temor de ser despedidos o deportados a sus países de origen.
El reportaje cuenta la historia de una fábrica en Bartlett, Illinois, donde se exigía a los trabajadores temporales que limpiaran máquinas de pasta sin apagarlas por completo, lo que provocó que un hombre inmigrante de Venezuela perdiera la mano derecha tras quedar atrapado en el aparato.
En este caso, la empresa tuvo que pagar 178.118 dólares por exponer a los trabajadores a peligros de piezas móviles y otras infracciones.
Las autoridades no actúan sin la denuncia de los trabajadores migrantes
Además, The New York Times expuso que los sistemas gubernamentales para hacer cumplir las leyes laborales dependen casi por completo de los trabajadores que están dispuestos a denunciar, lo que crea un incentivo perverso para que las empresas contraten a personas que probablemente no se quejen.
“Los trabajadores inmigrantes indocumentados están haciendo todos estos trabajos críticos en la economía estadounidense. Aunque se supone que están protegidos por nuestras leyes, a menudo no lo están. Y los empleadores lo saben”, señaló en entrevista para el diario estadounidense Janice Fine, profesora de estudios laborales y relaciones laborales en la Universidad Rutgers.