El plagio es un mal con el que las universidades han tenido que lidiar en los últimos años, mal del que ni siquiera las más renombradas y prestigiosas universidades del mundo se salvan. Tal es el caso de la Universidad de Harvard, cuya presidenta, Claudine Gay, está inmersa en un escándalo de alrededor de 50 casos de supuesto plagio, seis de los cuales, fueron revelados a inicios de este 2024. Este martes, Claudine Gay ha renunciado a su cargo, pese al apoyo de la Corporation Harvard, máximo órgano rector de la universidad.
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Aunque las demandas de plagio contra profesores de Harvard han estado presentes desde inicios de la década de los 2000, el caso de Claudine Gay, la recientemente nombrada nueva presidenta de la universidad, destaca por el alto porcentaje de sus trabajos que están bajo escrutinio de la comunidad académica por casos de supuesto plagio, pues según revela el Washington Free Beacon, 7 de sus 17 trabajos publicados contienen pasajes supuestamente plagiados.
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Además, su caso ha dejado al descubierto toda una trama de cobertura institucional entre la élite académica, la cual, ha salido a defender a la presidenta de Harvard al minimizar los casos de presunto plagio, e incluso los han negado y refutado señalando que las acusaciones fueron hechas por personas con malas intenciones, razón por la que las denuncias de plagio se hacen de manera anónima, aunque omiten las amenazas de la universidad de demandar a quien las hizo.
Uno de los plagiados por Claudine Gay, David Canon, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Wisconsin, declaró al Washington Free Beacon que la copia de su trabajo en el de la presidenta de Harvard, sin que se le atribuya el crédito respectivo, “no le representan una preocupación en absoluto”, pues "ni siquiera se acerca a un ejemplo de plagio académico".
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David Canon no es el único que ha minimizado el supuesto plagio de Gay, pues algunos de sus colegas de Harvard han minimizado el escándalo diciendo que las acusaciones fueron realizadas por "vilipendiadores profesionales" y actores de "mala fe”, así lo declaró Randall Kennedy, profesor de la Facultad de Derecho de Harvard al New York Times.
El profesor de Harvard no sólo defendió a Claudine Gay de las acusaciones de plagio, sino que sugirió que la universidad no debería cooperar con la investigación que se está llevando a cabo en el Congreso sobre su adjudicación del trabajo de Gay. En esa misma tónica, Charles Fried, abogado de Harvard, declaró que las acusaciones de plagio son un "ataque de extrema derecha a las instituciones de élite".
"Si procediera de algún otro sector, podría darle cierta credibilidad", dijo al Times. "Pero no de esta gente".
Desde la universidad, las denuncias de plagio contra su presidenta están siendo encubiertas por la junta directiva de Harvard, la Harvard Corporation, quien realizó una breve investigación, la cual duró un par de semanas, mucho menos tiempo que los 6 o 12 meses que llegan a durar las investigaciones de presunto plagio de otros miembros de la universidad, principalmente estudiantes, y a quienes se le castiga con fuertes reprimendas.
Para la Harvard Corporation y los “distinguidos politólogos” que, bajo sus órdenes, revisaron las denuncias contra la presidenta de la universidad, el supuesto plagio de Gay es un caso de "citas inadecuadas". The Washington Free Beacon, reportó que la universidad se negó a revelar el nombre de los “distinguidos politólogos” que realizaron el análisis del trabajo de Gay.
Debido a ello, la demanda presentada contra la presidenta de Harvard este lunes 1 de enero de 2024, acusándola de plagio, señala que "la revisión del trabajo de Gay por parte de la junta fue demasiado breve para inspirar confianza", además de que, tras la supuesta revisión de sus trabajos señalados, “ahora sabemos con certeza que la investigación de la junta fue una farsa".
El medio estadounidense ha recalcado que, pese a que los defensores de Gay alegan que debido a que los trabajos supuestamente plagiados por ella, corresponden a descripciones técnicas, no requieren atribución en las ciencias sociales; un manual de Harvard de 1998, año en que presentó su trabajo, establece lo contrario.
"Citar les dice a sus lectores que la estrategia o método no es original para usted y les permite consultar su contexto original", afirma el manual.
Las quejas de los estudiantes, quienes han empezado a cuestionar el encubrimiento y protección que la universidad le está brindando a su nueva presidenta, así como sus exigencias de que renuncie, están siendo aplacadas por la estructura académica, cuya editorial, Harvard Crimson, está minimizando el escándalo reduciéndolo a su tesis doctoral y dos de sus 11 artículos publicados”.
"La presidenta Gay plagió, pero ella debería quedarse", afirma el titular del periódico universitario.
Por su parte, algunos profesores de la universidad han empezado a romper filas y a denunciar que la postura de Harvard sobre el presunto plagio de la presidenta, se trata de un caso de “hipocresía” y de “doble rasero”, ya que señalan que las medidas que toma la universidad contra estudiantes que incurren en plagio, son mucho más contundentes y estrictas.
Al respecto, Omar Haque, psiquiatra de la Facultad de Medicina de Harvard y miembro del Consejo de Libertad Académica de la universidad, declaró que el caso de Gay no puede atribuirse a un descuido involuntario, pues en el tiempo en el que ella escribió su trabajo, copiar el texto de otro investigador requería mayor esfuerzo que ahora, donde es más fácil copiar y pegar en los ordenadores.
"El supuesto plagio de Gay en la década de 1990 puede ser más grave que en los últimos años", dijo al Free Beacon, "porque antes del uso de las computadoras para resaltar y copiar y pegar texto en segundos, era más probable que el plagio no fuera accidental, intencional e imprudente".
Este caso ha escalado a alturas sin precedentes debido a que los medios de noticias estadounidenses como el New York Post y el Washington Free Beacon, que han dado seguimiento a las denuncias de supuesto plagio contra la presidenta de la universidad, han reportado que Harvard ha amenazado a los denunciantes, quienes han preferido mantener su identidad en el anonimato, así como a los mismos medios que difunden la noticia, con demandarlos por indemnizaciones millonarias por exponer el plagio en la institución.
Claudine Gay renuncia a la presidencia de Harvard
De acuerdo con versiones extraoficiales, que han salido a la luz alrededor del mediodía de este martes, la presidenta de Harvard, Claudine Gay, ha tomado la decisión de dimitir de su cargo por la tarde noche de este mismo día, con lo que se convertirá en la presidenta de la universidad que menos tiempo ha durado en el cargo.
Gay, quién hasta ahora ha contado con el apoyo de la Corporación Harvard, máximo órgano rector de la universidad, renuncia a su cargo a seis meses y dos días de haber asumido, periodo en el que tuvo que enfrentar diversas críticas, entre ellas, numerosas acusaciones de plagio.
"Ha sido angustioso que se hayan puesto en duda mis compromisos para enfrentar el odio y defender el rigor académico". "Esta no es una decisión que tomé fácilmente. De hecho, ha sido difícil más allá de las palabras", escribió Gay en su carta de renuncia.
Tras su renuncia, el rector de la Universidad Alan M. Garber '76, se desempeñará como presidente interino de Harvard, durante la búsqueda del sucesor permanente de la segunda mujer y primer persona afroamericana en presidir una de las universidades más prestigiosas del mundo,
Las críticas contra Gay iniciaron cuando mostró apoyo a grupos estudiantiles de Harvard que responsabilizaron a Israel de los ataques “terroristas” de Hamas el 7 de octubre, seguido de una declaración ante el Congreso en la que sugirió que los llamados al genocidio contra los judíos sólo violarían las reglas de Harvard dependiendo del "contexto".
VGB