MIGRACIÓN

Migración: 5 claves para entender el histórico acuerdo de la Unión Europea

Hasta noviembre de este año se ha registrado la llegada irregular de 255,322 personas y solo en el mes de noviembre se registraron un total de 18,099 llegadas irregulares en la UE

Créditos: EFE/ Skye McKee/MSF
Escrito en MUNDO el

Esta semana, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una serie de leyes antiinmigrantes que han sido criticadas por varias organizaciones de derechos humanos como las “más duras de todo Estados Unidos”, pero no ha sido el único. Recientemente, Francia aprobó un polémico proyecto migratorio que permite la deportación más rápida de los refugiados y este 20 de diciembre, la Unión Europea, integrada por 27 países, alcanzó un acuerdo migratorio considerado como “histórico” tras una negociación de tres años.  

De acuerdo con datos del Consejo Europeo, hasta noviembre de este año se ha registrado la llegada irregular de 255,322 personas y solo en el mes de noviembre se registraron un total de 18,099 llegadas irregulares. Ante esta situación, el Parlamento Europeo y el Consejo bajo la presidencia española, llegaron a un acuerdo que incluye cinco regulaciones clave que ayudarán en la gestión de la llegada de migrantes, las cuales abordan “todas las etapas de la gestión del asilo y la migración”.

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que los altos índices de migración que se registran en Europa son un “desafío europeo que requiere soluciones europeas” por lo que “los europeos decidirán quién viene a la UE y quien puede quedarse, no los contrabandistas”. Sin embargo, organizaciones como Amnistía Internacional han asegurado que las reformas migratorias “harán retroceder durante decenios el derecho de asilo europeo y causarán más sufrimiento humano”. 

Según las organizaciones, el acuerdo reducirá los derechos de las personas en movimiento y “hará crecer cuatro decenios el derecho de asilo europeo”, mientras que Amnistía Internacional advirtió que el pacto causará que “más gente sea detenida de facto en las fronteras de la Unión Europea, incluidas familias con menores de edad y personas en situación de vulnerabilidad”. Estos son los cinco reglamentos clave con los que la Unión Europea busca regular la migración

Gestión de asilo y migración 

Consiste en un programa de “solidaridad obligatoria” entre los países y les ofrece tres opciones para gestionar los flujos migratorios: reubicar a un número determinado de solicitantes de asilo, pagar una contribución por cada migrante que se nieguen a reubicar o financiar el apoyo operativo. De acuerdo con la Unión Europea, ningún país está obligado a aceptar a los migrantes, pero deberán elegir cualquiera de las dos opciones restantes.  

Regulación de la migración y situaciones de fuerza mayor 

Este contempla normas excepcionales cuando haya una amenaza en el sistema de asilo de la Unión Europea ante la llegada repentina y masiva de refugiados como en el 2015 o por una situación de fuerza mayor como la pandemia de Covid-19. Las autoridades aplicarían medidas más duras como periodos de detención más largos para hacer frente a esta situación.  

Actualización de base de datos de huellas dactilares 

Este consiste en una actualización de la base de datos a gran escala Eurodac, que almacenará pruebas biométiricas de los migrantes obtenidas durante el proceso de control. A través de este ya no se contarán solicitudes, sino solicitantes con el fin de evitar reclamos bajo el mismo nombre.  

Reglamento de detección 

La Unión Europea estableció un nuevo procedimiento a la entrada de las fronteras, para examinar el perfil de un migrante, así como para recopilar información básica como nacionalidad, edad, huellas dactilares e incluso imagen facial. Además, ahí se realizarán controles de salud, así como de seguridad.  

Procedimiento de asilo común 

Este establece dos opciones para los migrantes. En primer lugar, está el procedimiento de asilo tradicional que suele tardarse varios meses en completarse y otro llamado procedimiento fronterizo acelerado con una duración máxima de 12 semanas. Este último se aplicará a quienes presenten un riesgo para la seguridad nacional y que provengan de países con bajas tasas de reconocimiento. Estos migrantes no podrán ingresar y serán retenidos en las instalaciones de la frontera.