El Gobierno de Venezuela denunció este miércoles que las autoridades de Perú impidieron repostar al avión en el que viajará la selección de futbol del país caribeño, lo que Caracas considera una "nueva arbitrariedad" por parte del Ejecutivo de Dina Boluarte. "El Gobierno de Perú comete una nueva arbitrariedad contra los venezolanos, al impedir que el avión que trae de regreso a la Vinotinto recargue el combustible para emprender el regreso", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, a través de X (antes Twitter).
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Aunque no explicó si se trata del cumplimiento, por parte de Lima, de sanciones internacionales que todavía pesan sobre Venezuela, dijo que "alegar la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, que son ilegales, para ejecutar un secuestro a (a la selección) es inhumano".
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"Exigimos al Gobierno del Perú el cese inmediato de las agresiones en contra de nuestra selección y del pueblo venezolano, y asumir sus obligaciones en el marco del respeto al derecho internacional", agregó Gil.
Venezuela consiguió el martes un empate 1-1 frente a Perú en el Estadio Nacional de Lima, con lo que se consolidó en la cuarta posición de las eliminatorias al Mundial del 2026 y dejó a Perú en el fondo de la tabla de la competencia sudamericana. Horas antes del partido, representantes de la oposición venezolana rechazaron el control de identidad a los extranjeros que la autoridad migratoria peruana anunció que haría en los ingresos al estadio, lo que consideraron un acto de xenofobia.
Las diferencias antes del partido
El dirigente chavista Pedro Infante consideró xenófobo el anuncio hecho este martes por la autoridad migratoria peruana de llevar a cabo un control de identidad a los extranjeros en los ingresos al Estadio Nacional de Lima, donde se enfrentarán hoy las selecciones de fútbol de Venezuela y Perú, como parte de las eliminatorias suramericanas para el Mundial del 2026.
El también primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) expresó su repudio a la "impresentable actitud del Gobierno de Perú", país donde viven 1.54 millones de venezolanos, la mayoría en Lima, lo que lo hace el segundo con más migrantes de la nación caribeña, después de Colombia.
Boluarte declaró el 21 de noviembre que "cientos de venezolanos" están saliendo voluntariamente del país andino por la frontera con Ecuador, después de que haya vencido el plazo para regularizar su estatus migratorio el pasado 10 de noviembre. La oficina de Migraciones informó en esa fecha de que más del 90 % de los extranjeros que se acogieron al proceso de regularización fueron venezolanos, que sobrepasan el millón en Perú.
Y Perú le contesta a Venezuela
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú aclaró la situación que involucraba a la selección de fútbol de Venezuela. La polémica surgió tras la denuncia del Gobierno de Venezuela, que acusó a las autoridades peruanas de impedir el reabastecimiento de combustible al avión que transportaba al equipo venezolano. Esta acusación fue considerada por Caracas como un acto de arbitrariedad y discriminación en contra de su selección y ciudadanía.
La respuesta de la Cancillería peruana, difundida a través de la red social X, negó cualquier medida gubernamental en contra del avión venezolano. Aclararon que las restricciones de abastecimiento responden a razones mercantiles privadas, ajenas a la voluntad del Estado peruano. Actualmente, se están llevando a cabo gestiones para resolver la situación lo antes posible.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, expresó su descontento en X, calificando el incidente como inhumano y una violación del derecho internacional. Además, la Federación Venezolana de Fútbol condenó los actos de discriminación y xenofobia que sufrieron tanto la selección como sus seguidores, haciendo énfasis en un incidente donde un jugador resultó lesionado por un funcionario peruano.
Este suceso ocurre en un contexto deportivo, donde Venezuela empató 1-1 con Perú en Lima, resultado que posiciona al equipo venezolano en un lugar favorable para las eliminatorias al Mundial de 2026. Este evento ha sido empañado por las tensiones políticas y sociales entre ambos países, evidenciado por las acciones de las autoridades migratorias peruanas que fueron percibidas como xenófobas por representantes de la oposición venezolana.