A finales del mes de octubre, la doctora Lindsey Ganzer, veterinaria y directora ejecutiva del Centro de Referencia Veterinaria de North Springs en Colorado Springs, Colorado, Estado Unidos, empezó a notar que sus pacientes, quienes, en un principio parecían estar padeciendo de una típica enfermedad respiratoria, no reaccionaban como deberían al tratamiento y en algunos casos su condición empeoraba hasta el punto de tener que sacrificarlos.
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Los 35 perros que ella identificó que podrían padecer de esta enfermedad, de la que hasta entonces no había oído hablar, presentaron síntomas más graves a una típica gripe de perrera, pero solo tras un par de semanas de haber contraído la enfermedad, indicándole que lo que padecían era otra cosa.
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Oculta bajo el velo del desconocimiento, esta nueva y rara enfermedad respiratoria ha empezado a cobrar la vida de un número indeterminado de víctimas, pues disfrazada como una enfermedad respiratoria cualquiera, empieza con una ligera tos que no permite percatarse de su existencia hasta que otros síntomas como fiebre, letargo y pérdida intermitente del apetito se prolongan y agravan lo suficiente como para causar la muerte.
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La doctora intentó atender a algunos de sus pacientes de tos, a otros de neumonía, los síntomas eran muy variados, pero ningún tratamiento daba resultados para combatir esta nueva enfermedad que nunca antes había visto. La enfermedad atacó a todo tipo de perros, no importó su edad o raza, todos quedaron vulnerables y cuatro de ellos tuvieron que ser sacrificados o murieron.
¿Qué está pasando?, ¿Qué es esta enfermedad?, ante las interrogantes que surgieron como resultado de estos extraños casos de enfermedades respiratorias que están padeciendo los mejores amigos del hombre, la doctora inició una investigación, pero la enfermedad no parece seguir patrones claros, lo único que la doctora pudo ver con claridad, fue que los perros enfermos habían pasado tiempos prolongados en guarderías u hoteles para perros.
Este descubrimiento dejo perpleja y consternada a la doctora, quien teme que, con la llegada de las vacaciones, más personas lleven a sus perros a este tipo de lugares y la enfermedad se prolongue más allá del estado de Colorado. Sin embargo, la enfermedad ya se ha propagado y veterinarios de por lo menos cuatro estados más, han comenzado a reportar este tipo de casos.
Veterinarios de Colorado, Massachusetts, Oregon y Rhode Island, están siendo sorprendidos por la aparición de esta enfermedad en sus comunidades, aunque ante la imposibilidad de diagnosticarla por desconocer el tipo de padecimiento del que se trata, otros estados como New Hampshire, California, Washington, Indiana, Illinois, Idaho, Georgia y Florida, podrían ya estar siendo afectados desde las sombras.
La enfermedad se propaga por todo Estados Unidos y el pánico empieza a aparecer entre millones de personas temerosas por la vida de sus peludos amigos, pues según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria, al menos se han reportado 200 casos de esta enfermedad de la que hasta hoy se desconocen sus orígenes.
En un intento por mitigar el miedo de la población ante esta desconocida enfermedad, el Dr. Stephen Kochis, director médico de la Oregon Humane Society, ha declarado que no hay que entrar en pánico, pues no hay un incremento extraordinario en los casos de enfermedades respiratorias en perros, y afirmó que la enfermedad es parecida al covid, por lo que solo hay que poner a nuestras mascotas en cuarentena.
"No estamos viendo un aumento en las enfermedades respiratorias fuera de la expectativa ordinaria para las mascotas que contraerían enfermedades respiratorias" dijo, y agregó que “todos hemos pasado por covid, yo diría que, si su perro muestra signos de enfermedad respiratoria, lo aísle en casa, llame a su veterinario y haga que lo vean".
Pese a ello el miedo empieza a apoderarse de las masas, pues ni los doctores saben lo que es esta enfermedad, podría ser producto de una bacteria o de un virus, aún no hay nada claro, "estoy abierto a que sea cualquiera de las dos cosas, y estoy abierto a que sea algo en lo que ni siquiera estamos pensando", dijo el Dr. Kurt Williams, director del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de Oregón en la Facultad de Medicina Veterinaria Carlson. en la Universidad Estatal de Oregón.
Los tratamientos tampoco parecen estar sirviendo, a veces reaccionan positivamente y a veces de manera negativa, si no se tiene cuidado podrían llevar al perro a fallecer en lugar de superar la enfermedad. Su desconocimiento ha dejado anonadada a la comunidad veterinaria de Estados Unidos, quienes no sabían de ella hasta estos últimos meses, o eso creían.
Ya hace un año, en el Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de New Hampshire de la Universidad de New Hampshire, el Dr. David Needle, el principal patólogo de la universidad había estado investigando está enfermedad sin saber que se propagaría a finales de este año por todo el largo y ancho del país, y quizás hacia otros países, quienes quedarán a merced de esta enfermedad que podría cobrarse la vida de innumerables perros.
VGB