A la familia de la señora Juana Legorreta los sorprendió un fuerte estruendo que escucharon en la parte superior de su casa mientras cenaban y convivían en la cocina ubicada en la planta baja de su vivienda.
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Un talud había caído en el segundo piso de su hogar y otras casas de la calle Tecolote de la colonia Ampliación Minas Coyote, una zona popular de Naucalpan que colinda con el fraccionamiento residencial Bosque Real de Huixquilucan.
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Doña Juana Legorreta, vive en el número 6 de la calle Tecolote en Ampliación Minas Coyote, en Naucalpan, su casa colinda con un enorme talud, desde el cual a lo alto se aprecian edificios imponentes del fraccionamiento Bosque Real.
Refiere que la noche del 16 de septiembre, ella se encontraba con sus hijos, nueras y nietos, disfrutando aún de la comida mexicana, “un pozolito y tostadas de pata como se acostumbra en esta temporada, cuando a eso de las 9:20 de la noche un estruendo fuertísimo nos hizo levantar aprisa de la mesa, uno de mis hijos subió por los niños que estaba en un cuarto de arriba, todos salimos”.
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Talud acaba con el segundo piso de casa
Destaca que una vez que dejó de caer tierra en su casa y en la de la familia Carrillo, al lado, se percataron de los daños, en su vivienda y la de los vecinos, el talud destruyó toda la parte alta, “por fortuna para ellos los niños que normalmente dormían arriba, estaban cenando con sus padres en la parte baja cuando toneladas de tierra destruyó gran parte de su casa”.
En ese lugar otras tres viviendas fueron afectadas por el deslave que por fortuna en este caso no cobró víctimas, como ocurrió en los Cuartos III el martes, de esta misma semana.
En el interior de la casa 6 de la calle Tecolote, dos jóvenes trabajan con pala y carretilla, sacando la tierra de la parte trasera para colocarla en la zotehuela, de donde la traspalearán al camión, “ya llevamos 4 camiones y aún nos falta sacar más tierra”, dice doña Juana Legorreta quien agrega que por cada unidad que llenan tienen que pagar 2 mil pesos, “ya hemos pagado 8 mil pesos en esta semana y nos falta aún, es mucha tierra”.
Retiran lodo en sus casas, pero no llega la ayuda
En el interior de su casa de tres plantas, todo está sucio de lodo, hay enseres domésticos semi aplastados, los tanques aún con gas están averiados del pigtail donde se conecta el tubo, las puertas destrozadas y ventanas rotas de la parte trasera, muestran la evidencia aún palpable de los estragos del deslave.
Al lugar han sido solicitados los servicios de protección civil y bomberos, “pero no hemos tenido respuesta, tal pareciera que no le interesamos a nadie, como si el vivir al lado de Bosque Real, pero en una colonia popular, nos minimiza en relación con los demás”, dijo doña Juana.
Refirió que han llamado pidiendo apoyo, una y otra vez, pero nadie le responde a su petición de ayuda, “al menos para que vengan a realizar una valoración de las casas y a que nos digan si tiene daños estructurales, porque vemos los marcos de las puertas que varían al cerrarla, hay cuarteaduras y vemos riesgo aún al voltear arriba, nos da la impresión de que puede volver a caer otra parte del cerro”.
Bomberos de Naucalpan saturados de trabajo
El subdirector de bomberos, Ismael Olvera Jiménez, informó que desde la semana pasada no se dan abasto con todos los servicios del día a día, “aún tenemos pendientes por retirar parte de los 90 árboles caídos en días anteriores y otra parte de los 85 contabilizados que fueron derribados la tarde-noche del miércoles.
“Tenemos deslaves, inundaciones, calles anegadas, árboles por retirar, somos en total 90, pero trabajamos 30 por cada turno. No nos damos abasto para cubrir todos los servicios”, refirió el subdirector de bomberos de Naucalpan.
En la colonia Ampliación Minas Coyote, es notoria la división social; en la parte de arriba destacan los edificios, pent-houses, que simbolizan el poderío económico de una clase social y en la parte de abajo la populosa comunidad del sur de Naucalpan, donde abundan las casas irregulares, las carencias de sus servicios y la pobreza de sus construcciones.
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VGB