A pesar de ser considerada como una de las zonas con mayor riesgo de deslaves en el Valle de México por la caída de torrentes de agua en temporada de lluvias, la Sierra de Guadalupe carece de medidas contra las llamadas “aguas broncas” ante el colapso en la infraestructura diseñada para su contención.
Así lo reconocieron autoridades del municipio de Ecatepec, la localidad más poblada del Estado de México, quienes advirtieron que las 32 estructuras diseñadas para evitar la bajada de aguas pluviales desde la zona alta hacia la región más baja de Ecatepec, prácticamente se encuentran en abandono.
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“Cuando históricamente se hicieron las presas, la idea era que en los ríos naturales era ir conteniendo para que las bajadas culminen en la recepción dentro de un colector, pero los registros que tenemos es que desde hace más de diez años la mayoría de las presas de gavión habían sido vencidas por el agua y la falta de manteamiento y muchas de ellas no sólo estaban destruidas, sino, en 2018 ninguna estaba en condiciones de operar como tal”, reconoció Eli Hernández, director del organismo local de agua de Ecatepec.
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Presas de gavión y mampostería colapsadas
De acuerdo con el gobierno local, de las 30 presas de gavión y 2 de mampostería que sirven para disminuir el volumen, velocidad y la cantidad de residuos que arrastra la lluvia en diversos puntos de la Sierra de Guadalupe, prácticamente el 90 por ciento se encuentran colapsadas, no sirven o han desaparecido, lo que ha permitido la bajada de torrentes de agua desde la zona alta.
“De lo que hablamos son grandes muros de piedra que nos ayudan a controlar, supimos al menos que en 2021 ya había un proyecto del gobierno estatal para poder hacer la inversión y no sabemos las razones por las cuales se prolongó. Sabemos que pone en riesgo a sus habitantes, su patrimonio y la vida misma”, agregó.
La más reciente se registró la noche del pasado domingo 15 de septiembre, cuando vecinos de los municipios de Ecatepec y Coacalco sufrieron una de las caídas de agua más intensas de los últimos años procedentes desde la zona alta de la Sierra de Guadalupe, considerada como zona de conservación natural desde 1976.
Asentamientos irregulares en Sierra de Guadalupe en riesgo
Incluso, las autoridades de Ecatepec reconocieron que los caudales naturales de la sierra han sido modificados desde hace décadas por pobladores que comenzaron a habitar las faldas del coloso de manera irregular, sin permisos y con el aval de administraciones estatales anteriores que no frenaron el desarrollo urbano.
“La mayor parte de los asentamientos en la Sierra de Guadalupe son irregulares, no sólo en Ecatepec, sino en Tlalnepantla, Tultitlán y Coacalco porque son parte de un área natural protegida donde no se permite la construcción”.
“A nosotros, en estos seis años nos ha tocado ver el crecimiento de cada vez más casas, más calles y más ciudadanos que necesitan un lugar para vivir, y que, por sus medios, aunque no es normativo, buscan y encuentran cómo para exigir los servicios municipales”, dijo.
Puntos de riesgo en Ecatepec
Al igual que en las tragedias recientes en los municipios de Jilotzingo y Naucalpan, en 2020 el municipio de Ecatepec padeció de un deslave ocurrido en la comunidad de Texalpa, donde se tuvo que reubicar a la población para evitar pérdidas humanas.
“Hay muchas zonas de vulnerabilidad, incluso ha habido muchas zonas con deslaves y desgajamientos en el Estado, en Ecatepec sigue estando en ese riesgo latente y nosotros seguimos pidiendo la colaboración porque sabemos que el riesgo existe como tal”, añadió.
Entre los puntos con mayor riesgo por la bajada de aguas broncas y riesgo de deslave en Ecatepec, se encuentran colonias como Nuevo Laredo, San Andrés de la Cañada, Parque Residencial Coacalco, Tejocote, Guadalupe Victoria, donde se han activado protocolos de protección civil y jornadas de limpieza de barrancas para permitir el flujo de agua.
“Lo que estamos haciendo es entender por dónde está bajando el agua porque hay veces que las casas de las personas quedan en las bajadas de agua históricas, el agua tiene memoria, busca su caudal, pero estas casas a quedar comprometidas con la bajada del agua provocan que haya derrumbes, que se caigan las bardas, los arrastres de vehículos y sobre todo poner en riesgo la vida de los habitantes”, comentó.
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VGB