Pese a estar prohibido por el reglamento del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, los vagones se han convertido en los centros de trabajo para muchas personas en la capital. Desde la venta de objetos hasta la presentación de espectáculos, las actividades que los llamados vagoneros del Metro hacen para ganarse la vida son muy variadas.
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Sin embargo, dichas actividades conllevan un riesgo, pues al estar prohibidas, los policías estacionados en cada una de las estaciones del Metro pueden detenerlos y presentarlos ante la autoridad competente, la cual les impondrá sanciones como multas y/o servicio comunitario, además, en caso de ser comerciantes, perderán su mercancía, la cual será confiscada.
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Esta situación provoca que roces entre las personas que realizan actividades ilícitas dentro del Metro y los oficiales cuyo deber es hacer respetar el reglamento del Metro y velar por la seguridad de los usuarios.
Tal es el caso ocurrido esta semana en la estación División del Norte de la Línea 3 del Metro, en la cual, una mujer aparentemente con discapacidad visual mordió a un oficial de la Policía Bancaria e Industrial cuando este intentó impedirle cantar dentro de los vagones del tren, pues dicha actividad está prohibida, sobre todo cuando se realiza con fines de ganar dinero.
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Y es que la mujer, aparentemente se dedica a cantar en los vagones del Metro apoyada con una bocina portátil para que todos en el vagón la escuchen. El negocio de la mujer consiste en cantar mientras recorre de un lado a otro el vagón recogiendo las monedas que los usuarios quieran darle.
Tras informarle que dicha acción está prohibida y pedirle que abandonase el vagón del tren, la mujer ofreció resistencia e intentó hacer caso omiso a la indicación del oficial, por lo que este intentó desalojarla del vagón por la fuerza, a lo que la mujer respondió con una mordida en el antebrazo.
La mujer intentó excusar sus acciones refiriendo a su condición como persona con una discapacidad visual, para lo cual, presentó su bastón y una tarjeta en la que se certifica su condición. No obstante, las reglas del Metro se aplican sin discriminar por sexo, edad o condición de salud.
Al respecto de este caso el Metro informó: "Personal de la Policía Bancaria e Industrial realizó el retiro de una persona que se buscaba pidiendo dádivas a los usuarios a abordo de un tren, misma que agredió mordiendo a un elemento de la PBI, por lo que se trasladó al Juzgado Cívico correspondiente".
Resistirse a un arresto policial con uso de la fuerza o amenazas, se castiga con 1 a 2 años de prisión y una multa que va de 1,085 a 108,570 pesos, según se establece en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
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VGB