DÍA CERO

"Extraño a la laguna de Zumpango; era la atracción de la zona": vecino

Habitantes de la zona relataron a La Silla Rota lo que fue la laguna y la nostalgia que genera el ver que su atractivo natural se desvanece

Créditos: Marco Antonio Martínez
Escrito en METRÓPOLI el

Daniel Valero extraña la laguna de Zumpango, cuerpo de agua que hasta hace 4 años estaba casi lleno de agua y hoy está seca. En lugar de peces, ajolotes y aves migratorias como el pato canadiense, la gallina de agua, pelícano gris, gaviotas y garzas, ahora solo hay plantas silvestres, lirio quemado, basura y unas solitarias lanchas desperdigadas y abandonadas, inmóviles en la tierra.

Daniel recuerda que la laguna era el atractivo de Zumpango. Ahí llegaban visitantes no solo del municipio mexiquense, sino también de otros e incluso desde la Ciudad de México. Familias enteras se reunían en las orillas los fines de semana y comían, los niños volaban papalotes y los más aventurados se subían a una lancha a recorrerla y a pescar unos peces que luego devolvían al agua.

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Pero esos días ya se fueron. Daniel, quien vive cerca, tenía el privilegio de verla cotidianamente.

“De regreso tomábamos la vía alterna para ver la vida que existía en el agua y cada tres meses para venir a pasar un día completo. Era la atracción de por aquí. Sí se extraña porque era una vida completamente diferente”, expresa el joven de 21 años.

Foto: Marco Antonio Martínez | LSR

Aunque ver cómo la laguna de Zumpango se quedó sin agua fue un proceso de años, no por eso ha sido menos triste para Daniel.

“Se empezó a secar de una parte, estaba quedando puro lodo y esta mitad se mantenía con agua, la gente venía y los patos vivían ahí. Comenzaron los rumores de que la estaban secando a propósito; poco a poco fue el proceso, no de un día para otro”, recuerda.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), todavía hasta el inicio del año pasado había agua, aunque era menos del 10% de la capacidad de la laguna. Pero a partir de febrero de 2023 el nivel bajó tanto que ya no se podía medir. Este año ya estaba seca e incluso hubo un incendio el 4 de enero pasado.

La Secretaría de Desarrollo Agrícola, Territorial y Urbano incluso comenzó en 2021 a construir un mirador al costado de la laguna, con un costo de 187 millones de pesos, inaugurado el año pasado. Pero está sin ser utilizado. Sin laguna no hay atracción.

Hace más calor

El impacto de la falta de agua en ese extenso terreno de 850 hectáreas se percibe en el aumento de la temperatura en la zona.

“Antes era este calor humedito de playa, característico de Veracruz o Acapulco pero de un tiempo para acá es un calor desértico, muy seco”, describe Daniel, quien para apaciguar el calor consume una bebida preparada con bastante hielo y limón.

Aunque hace unos 10 días llovió y se formaron algunos charquillos, el despiadado calor y la sedienta tierra los desaparecieron en cosa de días, dice por su parte una vecina.

La laguna, visitada el viernes 14 de junio, luce como una gigantesca alberca vacía y abandonada. Tiene unas escaleras y un minimalecón que los visitantes utilizaban para ver más de cerca el agua, humedecer sus manos y arrojar piedras que fueran saltando sobre la superficie acuática. Ahora sólo se ve una extensión seca que se pierde en el horizonte.

También aún está un pequeño muelle, el cual era empleado para que los visitantes subieran a las lanchas, cuando había agua, que era abundante, según se ve en videos.

Ese muelle ahora conduce a un extenso terreno de tierra seca, tapizada de restos de lirio marchito color café. La plaga invadió la laguna y absorbió el agua, según una de las teorías del por qué se secó. La tierra sobre la cual estaba el agua tiene una consistencia entre esponjosa y crujiente, según donde se camine. No es compacta y se observan muchos hoyos que las arañas usan para sus nidos.

A unos 50 metros de donde está el muelle hay una lancha, varada en la tierra, abandonada, grafiteada, sin destino. Su interior tiene más agua que en los alrededores. Es la que quedó de la lluvia de hace unos días. Ahí se almacenó mejor que en lo que era la laguna.

En la orilla los negocios de comida ya cerraron en su mayoría.

Área Natural Protegida

De acuerdo con diversos registros, antes de ser laguna, en Zumpango había un lago incluso usado por los pueblos originarios. Pero fue en 1989 que se convirtió en laguna, un vaso regulador de la zona, para recibir agua de distintos sitios y evitar inundaciones.

En 2003 el entonces gobernador del estado de México, Arturo Montiel, estableció el área natural protegida con la categoría de parque estatal, que abarca los municipios de Zumpango, Teoloyucan, Cuautitlán Izcalli, Nextlalpan, Tepotzotlán, Coyotepec, Huehuetoca y Tequixquiac, para ser destinada a preservación, protección, conservación, restauración y aprovechamiento sustentable del entorno.

El parque comprendía el cuerpo de agua, sus afluentes, además de las zonas de vegetación de chaparrales, matorrales y pastizales y área urbano agrícola. Se buscaba asegurar la sustentabilidad ambiental y social de más de 930 mil habitantes.

La laguna aún tenía agua en 2021 e incluso el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón el 31 de enero de 2021 posteó en Facebook que renovarían el espacio para el disfrute de la laguna y fortalecer el turismo.

“En los próximos siete meses vamos a realizar un corredor de ese espacio público donde vamos a tener espacios comerciales, recreativos, deportivos”, dijo el funcionario. El proyecto tendría un costo de 187 millones de pesos. Fue inaugurado en 2023 pero está en desuso, pues fue diseñado para quienes fueran a visitar la laguna.

Seca desde 2023

La laguna de Zumpango, con capacidad de almacenamiento de 100 millones de metros cúbicos, ya en enero de 2021 había registrado uno de sus peores niveles, con 14 millones 628 mil metros cúbicos, mientras que 6 años antes tenía 55 millones 131 mil, de acuerdo con datos de una respuesta a una solicitud de información de La Silla Rota.

En 2023 volvió a descender a 12 millones 632 mil, en febrero del mismo año bajó a 9 millones 592 mil y de ahí los niveles cayeron más y a tal grado que desde entonces ya no pudieron leerse, de acuerdo con la Conagua, que lo atribuyó a la sequía y a la falta de lluvias.

Increíble

David expresa su desconcierto por haber sido testigo de la desecación de Zumpango, algo que no hubiera imaginado.

“Hace cinco años no lo hubiera creído, estaba en muy buenas condiciones la laguna, realmente fue un proceso rápido, de dos o tres años, por eso hace cinco o seis años nadie hubiera pensado que esto pudiera haber pasado”, concluye.

Foto: Marco Antonio Martínez | LSR

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