En agradecimiento a la vida y al año 2024 que termina, un grupo de 42 jóvenes de los municipios de Zinacantepec, Almoloya de Juárez y Temoaya, acudieron al Hospital para el Niño, ubicado en la capital mexiquense para repartir a los familiares de los pequeños pacientes, café caliente, té y chilaquiles.
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Entre el intenso frío de la mañana, Paola Reyes, quien dirige las actividades altruistas de sus compañeros, dijo estar bendecida por tener empleo, por ello llevan a la boca de personas de escasos recursos, alimentos que les ayuden en su espera hasta que su niño o niña sea dado de alta.
“Ahorita somos como 20 que pudieron venir, pero en realidad somos 42 que cooperamos, que nos estuvimos organizando, hombres y mujeres. Repito, somos bendecidos en tener el trabajo y pues prácticamente brindar una pequeña ayuda, yo creo que es mínima a todo lo que hemos recibido con salud, vida, dinero, el trabajo mismo y en esta ocasión vamos a apoyar a los papás que tienen hospitalizados a sus niños”, acentuó la joven originaria de Zinacantepec.
Labor altruista que le enseñó su mamá
Paola recordó que, desde hace años, ella y su madre, recién fallecida, hacían esta labor solidaria y, ahora, ella decidió continuar con sus amigos.
“También hemos pasado por diferentes situaciones, mi mamá lamentablemente falleció en septiembre y hemos estado en estas situaciones, diferentes compañeros hemos estado en situaciones así (de tener a alguien hospitalizado) y por eso nos organizamos ahora para venir a apoyar”, indicó ante miradas agradecidas de personas que ya habían recibido chilaquiles, té o café.
Lo primero que “voló” fueron los chilaquiles y el té, mientras que, en jarras de plástico, Paola y su hermano repartían café en vasos desechables para que se acabara.
En Zinacantepec ayudan en comunidades de extrema pobreza
“Tenemos muchas carencias en diferentes familias”, añadió Paola, ¿ya han ido en otras ocasiones a entregar Reyes?, “sí”, ¿y cómo les ha ido?, “muy bien, hemos tenido buena respuesta, años anteriores nos habíamos organizado y llevábamos a La Peñuela, principalmente, ropa, sí, usada, pero en buenas condiciones, juguetes, tanto usados como nuevos, piñatas y dulces, es lo que hemos llevado allá en Día de Reyes, en Santa María del Monte de igual manera y el año pasado fuimos a cerro de San Luis Mextepec”, ahondó la solidaria mujer.
La muchacha oriunda de Zinacantepec afirmó a La Silla Rota sentir satisfacción cuando la gente, a quien apoyan con café, té o chilaquiles, les sonríe y agradece, “no hay una explicación como tal, es muy satisfactorio poder ayudar a la gente, el poder traer a la gente que, a pesar de que están aquí tal vez un abrigo o un café, es de mucha ayuda, es muy bonito y es en agradecimiento de todo lo que nos ha dado Dios”.
Darles un “granito”
Para Cecilia López Morón, originaria de Temoaya, el llevar café, té y chilaquiles es llevar un “granito” de lo que el grupo de amigos tiene.
“Yo quiero darles un aliento, darles un abrazo de que estamos, quizá no presentes, pero estamos aquí, la verdad apenas empezamos y siento emoción porque nunca lo había hecho y honestamente, si lo seguiré haciendo”.
Paola Reyes y el grupo de amigos de Zinacantepec, Almoloya de Juárez y Temoaya, ya piensan en cómo serán parte del festejo el Día de Reyes, en localidades de estas tres demarcaciones.
“Igual el café, té y tal vez un aperitivo en comida, es dependiendo la hora. Tenemos localidades muy olvidadas, por eso para llevar la ilusión de los Reyes, yo creo que unas pelotas, muñecas, algo para los pequeños, que no llegan los Reyes con ellos, yo creo que lo más probable es que en estos municipios llevemos los juguetes y el aperitivo”, agregó la joven altruista.