ANIVERSARIO 19S

Sismo 19S 1985: “El Hotel Regis, yo lo vi derrumbarse”

Alfredo recuerda el alzamiento de una gran nube de polvo, producto del derrumbe de edificios, entre ellos el emblemático Hotel Regis, ubicado en la esquina de Avenida Juárez y Balderas, la mañana del 19 de septiembre de 1985

Recuerda que hace 38 años él vio caer el emblemático Hotel Regis, ahora vive todos los simulacros en la misma Alameda Central
Alfredo Monreal.Recuerda que hace 38 años él vio caer el emblemático Hotel Regis, ahora vive todos los simulacros en la misma Alameda CentralCréditos: Tania Aguilar
Escrito en METRÓPOLI el

Es 19 de septiembre de 2023. Son las 11:40 y el sol cae a plomo sobre Alameda Central, sitio donde hace 38 años el señor Alfredo Monreal Alvarado vivió el sismo de 1985. Mientras se fuma un cigarrillo y reposa los pies sobre un cajón para bolear zapatos, que es su instrumento de trabajo, recuerda las fatídicas escenas del terremoto

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“Tenía 35 años, yo venía saliendo del Metro Hidalgo, venía por el fin de trabajo, más o menos eran como las 7 de la mañana, de momento, saliendo del Metro, fue cuando empezó el sismo, empezó a moverse todo y lo primero que hice fue ubicarme más hacia el centro de la Alameda, había sanitarios en ese entonces, me pegué a la orilla de los sanitarios”. 

Alfredo recuerda el alzamiento de una gran nube de polvo, producto del derrumbe de edificios, entre ellos el emblemático Hotel Regis, ubicado en la esquina de Avenida Juárez y Balderas.

“Fue muy duro realmente, el aire, todo el polvo, la tierra que se soltó cuando empezaron a caer, se puso una nube de polvo, tierra y ya lo único que hice fue recargarme en un árbol grande que estaba frente a los sanitarios (...) La caída del Hotel Regis fue cuando yo lo ví, lo ví derrumbarse en ese entonces”. 

Con la mirada aciaga, Alfredo cuenta que minutos posteriores al terremoto, la Alameda Central se convirtió en un laberinto, donde decenas de personas iban y venían buscando a sus seres queridos. 

“Había mucha gente, perdidos, desaparecidos de aquí mismo que venían juntos, entre toda la Alameda se hizo un caos, se perdieron entre ellos mismos entre toda la gente que había esperando que se pasara todo el sismo”. 

Entre el río de gente, Alfredo encontró milagrosamente a su hermano. 

“Aquí encontré en la misma Alameda, encontré a uno de mis hermanos, yo era el mayor, mi hermano es más chico y lo regresé, le dije -tú te vas para la casa y ya después veremos-, estuvimos discutiendo y ya lo encaminé para que él se regresara a la casa. Un día más de trabajo, un día menos, yo le dije -tú te vas a ver a tu familia, que Dios nos acompañe a todos-,  porque fue muy duro lo que se vivió en ese momento”. 

Cuando Alfredo tuvo noticia de que su hermano ya se encontraba en casa ubicada en Nezahualcóyotl, él se fue a su domicilio localizado en Naucalpan, sin embargo, a los minutos de llegar, decidió regresar a la Alameda Central porque creyó que familiares suyos se encontraban perdidos entre los escombros. 

“Llegué a su pobre casa como a la una y media y empecé a ver todo lo que se destruyó,  después yo me regresé por otras razones que tenía, justamente aquí estaban varias personas de la familia. Me vine a asomar a ver si no había malos entendidos porque ellos habían venido a trabajar”. 

Al observar la magnitud de la tragedia, Alfredo se solidarizó y organizó junto con sus compañeros una colecta para brindar víveres a las víctimas. 

“Todos mis compañeros empezamos, como diría yo, una tipo colecta, nos unimos para darles ayuda, apoyo, víveres, aguas, empezamos a tratar de apoyar con agua a los que estaban más decaídos aquí en la Alameda, yo era vendedor de aquí de la Alameda, mucho tiempo estuvo mucha gente aquí, hubo gente que duró hasta cuatro horas aquí en la Alameda”. 

Alfredo recuerda la solidaridad que unió a los mexicanos ante las escenas de dolor y desgracia. 

“Todos se unieron a una forma de apoyarse, apoyar no en el sentido de ayudar a los escombros, la ayuda fue para ayudar a localizar a las personas que estaban perdidas entre tanta gente que había (...) No nos metimos a las obras, estábamos apoyando a los que estaban perdidos, había muchísima gente en todo el centro de la Alameda, lo que nos interesaba era que esa gente no sufriera tanto, había varias criaturas perdidas, señores ancianos que salían no sé de dónde, pero venían de lejos a buscar a sus familiares”. 

En el perímetro donde se derrumbó el Hotel Regis hoy se encuentra la Plaza de la Solidaridad , erigida en memoria de las víctimas del sismo de 1985.