TALA ILEGAL

Tras protestas por talamontes, CDMX anuncia operativos en Tlalpan y Milpa Alta

Los bosques de Tlalpan y Milpa Alta son asediadas por talamontes de los estados de México y Morelos

De continuar la tala indiscriminada, la zona puede experimentar un colapso ambiental
De continuar la tala indiscriminada, la zona puede experimentar un colapso ambientalCréditos: Especial
Escrito en METRÓPOLI el

Tras el bloqueo de la semana pasada en la autopista México-Cuernavaca, por habitantes de la zona de Topilejo para denunciar a grupos de talamontes, el jefe de Gobierno, Martí Batres, informó que se realizarán operativos en los bosques de Tlalpan y Milpa Alta, los cuales estarán a cargo de la Guardia Nacional. 

De acuerdo el mandatario capitalino estas zonas boscosas son asediadas por talamontes de los estados de México y Morelos por lo que con estas acciones se busca inhibir la tala ilegal donde donde se espera la cooperación de instancias federales y los gobiernos de los estados.

El fin de semana, Batres Guadarrama tuvo un encuentro con los pobladores de San Miguel Topilejo, en Tlalpan, donde se acordó realizar patrullajes y sobrevuelos con helicópteros en las alcaldías de Tlalpan y Milpa Alta para inhibir a los grupos de talamontes. 

De acuerdo con las denuncias, de los pobladores cada vez es más frecuente la presencia de talamontes fuertemente armados, quienes extraen madera de manera ilegal ante la mirada impotente de los gobiernos locales.

La tala ilegal de manera descontrolada incide negativamente en la cantidad de lluvias, recurso invaluable para las familias que viven de la agricultura en pueblos como San Miguel Topilejo, San Miguel Xicalco, Parres y Santo Tomás Ajusco.

Sin embargo, el problema va más allá de la reducción de cosechas, pues de continuar la tala indiscriminada, la zona puede experimentar un colapso ambiental, sinónimo de pobreza y malestar social entre los campesinos.

Consecuencias de la tala

Para Bernardo Bolaños, experto en derecho ambiental de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la tala ilegal en esta zona del sur de la Ciudad de México, daña uno de los principales pulmones de la capital y atenta contra los 10 acuíferos de la megalopolis.

Entre las principales consecuencias de la tala, además del cambio climático, destaca el desplazamiento de pobladores, la pérdida de suelos, la fauna y la flora, así como la escasez de agua.