La zona de trabajo de Jorge Sánchez, repartidor de comida vía aplicación, está conectada por la ciclovía de Ferrocarril de Cuernavaca, en la zona de Lomas de Chapultepec, pero denuncia que es invadida diariamente por trabajadores de oficina de la zona.
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“Es cosa de todos los días, sobre todo lunes a viernes, de la Torre Virreyes hasta Paseo de las Palmas, que es donde más oficinas hay. Tenemos que esquivarlos, pedirles permiso y el problema no es ese sino que algunos se molestan”, asegura el repartidor y ciclista.
En un recorrido por la zona denunciada en redes sociales por varios ciclistas, la cantidad de peatones que camina por la vía para las bicis es abrumadora. Hombres y mujeres que caminan por el camino señalizado para ciclistas.
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“Una vez me tocó ver que estaba una pareja con su carriola platicando, y abarcaban los dos carriles, pasé junto a ellos y les pedí permiso, pero el hombre se molestó y me reclamó ‘no ves que traigo un bebé’, y eso me sorprendió mucho, con mayor razón debería ir por la banqueta”, dijo Jorge.
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Incluso, personal de seguridad de la Torre Virreyes, pide a los ciclistas que no permanezcan frente al edificio, aseguran ciclistas, “si te ven allí afuera te dicen que no puedes permanecer, siendo que ya es la calle”.
En el puente que pasa sobre la Prolongación de Paseo de la Reforma, el problema se agrava ya que es una vía compartida.
“En el puente pues sí, manejamos con más precaución porque por allí cruzan los peatones pero algunos no hacen el esfuerzo por fijarse quien viene atrás, por tratar de que sea un vía de dos sentidos, y creo que ese es el mayor problema”, declaró Fernando Nieto, ciclista entrevistado en la zona.
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Según el reglamento para las ciclovías de la Ciudad de México, publicado en la Gaceta Oficial el 28 de febrero de 2007, en su fracción decimosexta “Queda prohibido circular por la ciclovía en auto, motocicleta, triciclo a motor, o cualquier otro vehículo motorizado, excepto sillas de ruedas y otros vehículos de emergencia, mantenimiento y patrullaje, siempre que la velocidad de estos últimos no supere los 30 kilómetros por hora“, cosa que no es respetada, ya que también hay usuarios que ruedan por la vía en scooter eléctrico o monopatines con motor.
“Al final del día, creo que nadie es dueño y si bien es común que aquí circulemos peatones y bicis, debemos hacerlo con civilidad, nosotros respetando y pidiendo el paso, y ellos haciéndose a un lado y tomando conciencia que aquí, nosotros somos prioridad, al lado hay paso vehicular y de los dos lados hay banqueta, no creo que a los peatones les gustaría que nosotros nos subamos a la banqueta”, dijo Fernando Nieto.
“Lo que yo diría es que si al final vamos a usar el camino tanto oficinistas como ciclistas, ambos debemos agarrar la onda que es una vía compartida, pero ellos pueden usar la banqueta y nosotros en bici, sólo podemos pasar por aquí, dennos chance de pasar”, finaliza Jorge, antes de tomar otro viaje para entregar comida.
VGB