En México, aunque el uso de armas de fuego está restringido por la ley, hay ocasiones en que los portadores lazan balazos al aire en momentos de festejo o celebración. Las historias más comúnes sobre balas perdidas suelen darse durante las festividades decembrinas con Navidad y la llegada del Año Nuevo.
Sin embargo, también llegan las tragedias sobre los impactos de balas perdidas durante los días de Semana Santa. La madrugada de este 2 de abril se reportó un incidente con un menor de edad, pues presuntamente un niño de 6 años recibió un impacto de bala en una pierna mientras se encontraba jugando al interior de su domicilio.
El hecho se registro en la alcaldía Azcapotzalco en la calle Prolongación Teponecos. De acuerdo con información del periodista Isidro Corro, la razón del incidente con el niño fue que alguna persona de los alrededores accionó una pistola hacia el cielo, dejando como consecuencia una bala perdida que impactó al menor de edad.
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Hasta el momento las autoridades capitalinas no han confirmado la información ni el estado de salud del menor. Sin embargo, se espera que el hecho se investigue y se encuentren a las personas responsables del disparo.
Las consecuencias de las balas perdidas
En la Ciudad de México, de acuerdo con las cifras más recientes del Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal, se registraron 1,948 denuncias por presuntos delitos con arma de fuego durante 2013; el Distrito Federal ocupa el quinto lugar en la lista de entidades donde más delitos con arma de fuego se registraron, después de Puebla, Guanajuato, Nuevo León y Chihuahua.
Sin embargo, 93.3% de los delitos que se registran en la Ciudad de México no se denuncian por “desconfianza” o por considerar que es una “pérdida de tiempo”, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE).
En las estadísticas sobre delitos no existe información sobre las consecuencias que éstos provocan. No hay datos sobre cuántas personas viven con alguna discapacidad a causa de una arma de fuego o una arma blanca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre esta carencia de información en su primer Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud del 2010, donde indica que aún cuando no todas las lesiones por violencia suelen ser graves, países como México “no disponen de sistemas de vigilancia para la notificación y recopilación de estas lesiones, o estos sistemas apenas empiezan a funcionar”.