En compañía de organizaciones, asociaciones civiles, expertos y activistas medioambientales, la precandidata única de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, realizó un recorrido en el Huerto Roma Verde, ubicado en la colonia Roma Sur.
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En las instalaciones de este espacio, coordinado por “La Cuadra A.C”, organizaciones presentaron el proyecto de un centro de acopio de material orgánico, que es el más grande de la Ciudad de México y que es utilizado para realizar composta, además de contar con servicio de recolección a domicilio.
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El Huerto Roma Verde, cuyo proyecto de bioconstrucción comenzó desde 2012, cuenta con un sistema de drenaje a base de agua de lluvia, el cual no ha tenido descargas a aguas negras desde hace ocho años, a fin de reducir el impacto al medio ambiente.
También cuenta con infraestructura sustentable hecha con materiales como bambulosa, mismos que tienen la autorización del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), con capaz de resistir sismos.
Brugada reconoció la importancia que tienen estos proyectos en la agenda ambiental de la capital y, reconoció que, aunque ya hay propuestas a analizar, como el bosque de agua en el área metropolitana y el plan de descarbonización, es necesario elaborar propuestas factibles para que la Ciudad de México avance en el tema medioambiental y en defensa de la tierra.
"Es importante realizar foros, en donde se escuchen todas las voces y se defina una agenda en materia medioambiental y construir un pacto para definir políticas públicas a partir de estas propuestas, que nos lleven a una reconexión y un reencuentro con la tierra", señaló Brugada.
Asimismo refirió que su movimiento sueña con una ciudad sustentable, que priorice la lucha y defensa de la tierra y todas las acciones de mejora para darle futuro a nuestra capital.
En el Huerto Roma Verde, la precandidata única de Morena también recorrió el área de sanación, que cuenta con temazcales, además de espacios para practicar yoga y meditación, así como un área de compostaje y semillateca, entre otros.
Al finalizar el evento, Brugada participó en una ceremonia prehispánica dentro de una geodésica del Huerto, donde se le otorgaron diversos presentes, entre ellos una pluma de cóndor; un bastón; una mazorca, la cual simboliza el alimento al pueblo y la nación; un cojín de plumas; una pulsera, que simboliza la honestidad del corazón y una figura de la cultura maya.