ENTREVISTA LSR

“Todos en Morena debemos estar unidos en la Cdmx; lograrlo es mi tarea principal hoy”: García Harfuch

El exsecretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, de 41 años, es considerado una carta fuerte de Morena, el partido del presidente López Obrador, para conservar el poder en la ciudad de México

Créditos: Fotos de Jonathan Vega
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Escrito en METRÓPOLI el

En la casa de Omar García Harfuch -obsequio lejano de su madre, y por años rentada para oficinas- existe un breve jardín en el que destacan un par de loros y un bloque de piedra sólida sobre el que fueron adheridos, en metal, los nombres de sus dos compañeros muertos durante el atentado que hace 33 meses vació más de 400 tiros sobre su vehículo. Sobreviviente de ello, con una trayectoria policial de casi 15 años, este hombre desea gobernar la capital del país, una de las metrópolis más complejas del mundo.

García Harfuch, de 41 años, es considerado una carta fuerte de Morena, el partido del presidente López Obrador, para conservar el poder en la ciudad de México, que por hoy presencia una confrontación intestina por la definición hacia la denominada coordinación de la Defensa de la 4T: un bloque radical impulsa a Clara Brugada, exalcaldesa de Iztapalapa, mientras una corriente moderada ve en el  exsecretario de Seguridad Ciudadana un estilo que conecta con los diversos estratos sociales y, se calcula, puede evitar una derrota del oficialismo a manos de la oposición, que se ha crecido desde 2021.

Eso parece tener en mente cuando, en charla exclusiva con La Silla Rota, subraya la importancia de la unidad dentro de Morena, e invita a Brugada a un trayecto de trabajo conjunto. “Es una ruta larga que nos necesita unidos, protegiendo lo más importe: la ciudad y el movimiento de transformación iniciado aquí por el Presidente (López Obrador) y por Claudia Sheinbaum”, dijo durante la conversación.

Nieto e  hijo de secretarios de Estado -cada uno con su propia leyenda a cuestas-, sus cercanos dicen que García Harfuch pudo haber tenido una vida apacible y acomodada, pero a los 27 años decidió emprender el camino policial. Su abuelo, el general Marcelino García Barragán, murió tres años antes de que él naciera, y tenía 17 años cuando falleció su padre, Javier García Paniagua. Caminaba sobre sus propios pies cuando ingresó a las filas de la Policía Federal, y después a la Agencia de Investigación Criminal –creada en la Procuraduría General de la República.

Omar García Harfuch (Foto: Jonathan Vega)

Cuando la política lo convocó, García Harfuch encabezaba el cuerpo policial más numeroso del país, el de la ciudad de México, con una membresía sólo superada por los efectivos del Ejército, la Marina o la Guardia Nacional. Nadie podría dudar que se trata de un hombre de acción: alguna vez un destacamento bajo sus órdenes viajó a Nayarit, donde fue emboscado por una banda criminal. El comandó una nueva fuerza para trasladarse a la zona y capturar a los victimarios.

Ahora incursiona en un nuevo territorio áspero, es la política en la Ciudad de México. Quizá ha leído a ese héroe de la Segunda Guerra que descubrió que ante las armas solo se muere una ocasión. Pero en política pueden matarte muchas veces.

Omar García Harfuch (Foto: Jonathan Vega)

 

El objetivo de García Harfuch en Morena de la Cdmx

Ahora en las lides de la política, Omar García Harfuch (25 de febrero de 1982, a las 4 am) tiene una apuesta en la mira: Trabajar desde ahorita para la unidad y no para la división, interna, en el movimiento, en Morena, pero también para la Ciudad de México, a la cual reconoce como plural.

Sabe también que la Ciudad de México enfrenta problemas en seguridad, con la movilidad y con el agua, principalmente. Y que lo diga quien redujo en más de 40% los delitos de alto impacto.

Omar García Harfuch (Foto: Jonathan Vega)

Por eso sostiene, en entrevista con La Silla Rota, que es necesario trabajar en unidad con el objetivo de recuperar alcaldías que perdió Morena en el 2021 y más posiciones de las que se tienen en el Congreso de la Ciudad de México.

No elude temas que le han recordado recientemente: su padre, Javier García Paniagua o su abuelo, el general Marcelino García Barragán. Pone los puntos sobre las íes: “De los cuatro años que yo tuve la Secretaría de Seguridad Ciudadana (a cargo) no hubo un sólo acto de represión o de abuso de autoridad o de tortura. Y en el caso que un compañero haya sido, fue un caso aislado pues está detenido (Luis Ángel sufrió tortura verbal, física y sexual por policías de CDMX | La Silla Rota)”.

“Para mí es muy, muy importante, es un honor y una satisfacción, que me permitan participar en este proceso interno (en Morena). Sé que hay personas que llevan muchísimos años en el en el movimiento y que yo respeto mucho y reconozco. Mi decisión de participar es para darle continuidad a muchos proyectos que la doctora Claudia Sheinbaum inició y otros que retomó, porque hubo varios que el señor Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe del Gobierno inició y se perdieron. No sólo es continuidad a lo que ya inició, también seleccionar varios proyectos que definitivamente tienen que ser mejorados o que les faltó tiempo. Hay proyectos que requieren una madurez y creo que seguridad es uno de ellos”, expone García Harfuch.

Omar García Harfuch (Foto: Jonathan Vega)

 

Extractos de la entrevista:

P. ¿Qué decir al ciudadano cuando escucha el nombre García Harfuch que es un hombre ligado a los temas de seguridad y lo ven como aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad en algún momento?

R. Pues sí, y aquí en la ciudad fue donde tuve el acercamiento con la ciudadanía por lo que me permitió que las personas vieran que, si bien estoy ligado a seguridad, me siento muy orgulloso. Yo me metí a la policía por gusto, porque quería y porque fue una oportunidad que yo encontré para servir a mi país. Llevo muchos años sirviendo a mi país y justo, eso es lo que a mí me gustaría seguir haciendo. Que sepan que mi desempeño en cualquier trabajo ha sido con un compromiso absoluto y que creo que eso necesita también la Ciudad de México: un servidor público con un compromiso absoluto, no a medias, y que trabajé con esa disciplina con la que nos caracterizamos en este equipo.

 

P. La participación en este proceso que tiene que ver con el tema de la coordinación, pero que eventualmente será candidatura, causa hay como mucha reverberancia dentro de Morena, y te avientan “jitomatazos…”

La verdad he recibido mucho apoyo de la gran mayoría de las personas que conocemos el partido. El haber trabajado con la doctora Claudia Sheinbaum fue muy importante y, sobre todo, fue también un espacio de coincidencia ideológica, de cómo se debe de trabajar. Ser secretario me permitió conocer y tener un contacto mucho mayor con la ciudadanía, pero también me permitió trabajar con una doctora que nos enseñó que no sólo era con fuerza, que no sólo era con operación policial, y cuando me refiero a fuerza no me refiero a violencia. Empezamos a trabajar temas de atención a las causas con programas como Barrio Adentro, alto al fuego y a darle salida a muchos jóvenes a través de la Subsecretaría de Participación Ciudadana.  Y eso nos amplió muchísimo el panorama en el caso de los compañeros y compañeras de Morena que llevan cuatro años viéndonos trabajar. Entonces hemos recibido este tipo de apoyo. No lo veo como una competencia interna, de verdad, este es un ejercicio democrático, como muy pocos. Entonces, pues quien decide es la gente y creo que la decisión de la gente debe de respetarse.

 

¿Qué tan difícil es construir unidad dentro de Morena en la ciudad?

Trabajo y quiero un proyecto de ciudad donde claramente tenemos que caber todas y todos. La ciudad de México es una ciudad muy particular donde difícilmente podemos decir “esto sí, estos no, aquí sí”. Si gano la encuesta en pocas palabras es apostarle totalmente a la unidad y trabajar por la unidad. Yo nunca voy a hacer un factor de división en este movimiento. Vamos a trabajar desde el primer momento, desde ahorita estamos trabajando para la unidad, no para la división. Y no sólo para la división interna, repito, esta ciudad no creo que necesite ni quiera, ni sea bien recibida la división.

 

¿Cuáles son los tres principales problemas a enfrentar en la Ciudad de México?

Creo que hay muchos, pero mencionaría tres: seguridad, movilidad y agua. Simplemente en el Metro se mueven 5 millones de personas diario. Es una responsabilidad tremenda la que tiene la Ciudad de México en movilidad, no sólo el Metro, Metrobús, Cablebús que llegó a cambiarle la vida a muchas personas. Y aunque en seguridad hubo un descenso en la incidencia delictivo, hay menos homicidios, ocurre casi la mitad de homicidios que al inicio de la administración, 60 por ciento menos robo de vehículos, 45% menos delitos de alto impacto en pocas palabras. Pero para la gente que nos ve, que nos lee o que nos escucha, cuando oye las cifras le pueden sonar frías, claro. Si a alguien lo asaltaron ayer dice “oye, pues eso no está pasando”. No estamos diciendo que ya no ocurran delitos en la ciudad, de ninguna manera, sí ocurren delitos y diario. Y es preocupante. Si nosotros logramos asegurar la ciudad, pues inmediatamente hay estabilidad. Y si hay estabilidad hay un desarrollo verdadero en todas las áreas de la ciudad. Y si hay desarrollo, pues hay un bienestar social para todas y todos y eso es lo que queremos trabajar.

Omar García Harfuch (Foto: Jonathan Vega)

 

¿Cómo hablarle a un público de izquierda y cómo hablarle a un público diverso como el de la Ciudad de México que también puede tener sus vertientes, no para ponerlo en términos derecha, centro e izquierda?

El presidente Andrés Manuel López Obrador facilitó mucho cuando dijo que ser de izquierda era ver por los demás y trabajar por los que menos tienen. Ser un buen servidor público, tener integridad con la que te conduces en tu trabajo. Han mencionado, últimamente, “es que es policía”, pero a la gente no le importa si eres policía, doctor o licenciado. Lo que quiere la gente es que le resuelva, que esté comprometido con la ciudad y para servir a nuestro país y ahora a nuestra ciudad hay diferentes profesiones desde un consultorio médico que es totalmente admirable y respetable; hay gente que sirve manejando transporte público y a quienes nos tocó servir en la policía. Entonces queremos trabajar donde quepamos todas y todos. En la ciudad cabemos todos.

 

A lo largo de semanas vemos una ciudad polarizada, que está virtualmente partida en dos. ¿Cuál sería el mensaje de “en este proyecto cabemos todos los de Morena, pero también los ciudadanos que están preocupados”?

Esta es una ciudad de libertad, que se ha construido con mucho trabajo. Lo que nos tocó ver en la policía es justo lo que estás diciendo: la gente no quiere ver pleitos entre los que dirigen esta ciudad o entre los políticos. Lo que quieren son soluciones, respuestas a problemáticas muy específicas, desde casos de seguridad muy muy graves como una extorsión hasta delitos como el robo de autopartes o un robo a bordo de transporte público. O algo que es tremendo como los feminicidios, tan sensible. Ahí hablar de cifras es muy difícil porque es un tema tan delicado. Hubo menos feminicidios que el año pasado o que el antepasado sí, pero hay feminicidios y si hay feminicidios en lo que debemos de trabajar es en que no queden impunes. Uno sería mucho. Muchas veces es muy difícil de evitar porque es cometido en un alto porcentaje por una persona cercana a la víctima. En segundo lugar porque la gran mayoría de los feminicidios no son en vía pública, ocurren en lugares cerrados donde no patrulla la policía. Pero a las familias no les importa, lo que quieren es que no haya feminicidios y la mejor manera para que no haya feminicidios es que no haya impunidad, o sea, si ya no pudiste como autoridad evitar un hecho tan lamentable como un feminicidio, sí es nuestra responsabilidad evitar la impunidad…

 

Entre Clara Brugada y Omar García la pregunta obligada siempre en este caso es: en caso de ganar esta encuesta y eventualmente la definición para la Jefatura de Gobierno, ¿ves a Clara como colaboradora?

No quisiera decir como colaboradora porque puede sonar de mi parte pretencioso. Creo que Clara Brugada es una mujer de mucho trabajo y que tiene años trabajando en la Ciudad de México. Como alcaldesa de Iztapalapa hizo verdaderamente un trabajo extraordinario, que se refleja también en las propias encuestas de Iztapalapa. A mí lo que me gustaría es que trabajáramos unidos para un proyecto mayor. Y si ella ganara la encuesta, lo he dicho públicamente, el primero que va a reconocer y felicitar y trabajar en lo que ella requiera, pues soy yo.

 

En el tema del presidente López Obrador se ha dicho que no había una relación muy tersa o que por lo menos te tenía en hielitos, ¿ya te sacaron de la hielera, ya te tienen agua tibia?

De verdad que yo nunca sentí un rechazo o un distanciamiento con el señor Presidente. Lo que yo viví cuatro años trabajando con la doctora fue un apoyo absoluto del gobierno de México, pues obviamente el presidente encabeza el gobierno de México. Hicimos muchas operaciones, fuimos la entidad federativa más apegada a la estrategia de seguridad del presidente y eso también nos genera un apoyo.

 

En relación con dos antepasados que son fundamentales en la historia moderna del país, en el imaginario incluso construyeron una leyenda propia. Uno es el general Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa de 1964 a 1970 con el presidente Gustavo Díaz Ordaz, una época difícil para el país que incluyó los disturbios estudiantiles y la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas. Sigue habiendo enigmas al respecto, hay un libro esclarecedor que de alguna manera exculpa al Ejército de esos hechos y deposita los señalamientos en el Estado Mayor Presidencial de entonces. Y el segundo personaje es Javier García Paniagua, personaje de larga trayectoria con participación desde organización de sistemas de seguridad federal hasta la política secreta o su trabajo como presidente del PRI en su momento, estamos hablando de los años 8081. Y en la sucesión del presidente José López Portillo se le mencionó abiertamente con simpatías muy amplias por la Presidencia de la República. ¿Qué le dicen esos personajes después de tantos años?

Yo no tuve un papá como político, crecí con un papá ya prácticamente retirado. Y mi papá muere cuando yo iba a cumplir 17 años y el tiempo que yo tuve a mi papá fue un papá muy estricto, enérgico, pero a la vez muy cariñoso y muy pendiente de sus hijos. Yo me meto a la policía mucha gente me ha dicho qué tanto influyó con este antecedente que estás hablando. Pero me meto a la Policía Federal diez años después de que muere mi papá y en el caso de mi abuelo, pues él muere en 1979 y yo nazco en 1982. Yo creo que aquí lo importante es, y es lo que yo le he transmitido también a mis propios hijos, que cada quien tiene que formar su propio destino y su propia carrera laboral, pues es única. Yo la formé muy independiente de mis padres y ahí hablo de los dos, me metí a la policía por una decisión propia no por influencia de nadie y el tiempo que estuve en la policía, porque mucha gente me ha mencionado, creo de manera hasta despectiva, es que si hay una familia con un antecedente o tu abuelo tal de represión: Uno, de los cuatro años que yo tuve la Secretaría de Seguridad Ciudadana (a cargo) no hubo un sólo acto de represión, de abuso de autoridad, de tortura y en el caso que un compañero (que) haya sido un caso aislado, pues está detenido…

 

Además, si no estoy mal, entraste en la Policía Federal siendo gobiernos panistas…

Cuando entro a la policía era un gobierno del PAN y después hay una transición a un gobierno del PRI. Como jóvenes que entramos a la policía, pues no te fijabas quién era el partido gobernante. Tú querías entrar a la policía y entrabas a la policía, como sucede ahorita con la mayoría de los jóvenes que quieren ser parte de las Fuerzas Armadas, sea Ejército Marina o alguna institución de seguridad, es por un deseo, no es por colores.

 

¿Y qué decir a las personas que dicen “bueno, es que trabajó con Genaro) García Luna”?

La gente sabe, y hasta por transparencia se podría pedir, que yo nunca trabajé de manera directa con Genaro García Luna. Nunca recibí una instrucción de él, nunca estuve en su oficina. Es como decir que un compañero del sector Tacuba o del sector Sotelo en 15 años le achacan que trabajó para mí, pues no es así. Él era parte de una corporación, pero si dicen “oye, saludaste al Secretario (Omar García Harfuch), sí, seguramente en una ceremonia, por supuesto”, pero de ahí a que recibiera órdenes directamente del secretario, pues no. Entonces creo que es incorrecto que haya miles y miles de jóvenes, hombres y mujeres, que estábamos en una corporación, decir trabajaron para tal o cual. No, porque en ese caso le tocó un secretario y tres comisionados nacionales, después porque cambia el puesto de secretario a comisionado nacional…

 

¿Y Ayotzinapa?

Es lo que he dicho con toda transparencia desde el 2014 que nunca tuve participación ni en el hecho más trágico que le ha pasado al país, n los últimos años como fue la que fue la desaparición de de 43 jóvenes, pero tampoco en la investigación posterior y nunca forme parte de esa investigación.