Jamie Luis "N", alias "El Pozolero" o "666", quien está señalado como jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la zona de Valle de Toluca y supuestamente está detrás de la narcofosa de Tenango, Estado de México, fue vinculado a proceso por el secuestro de una joven de 24 años.
Ese caso, ocurrido en agosto del año pasado, habría sido el que puso los radares listos para detectar sus pasos.
El sujeto, recluido en el penal de Tenancingo y originario del estado de Oaxaca, habría secuestrado a una mujer agosto del año pasado, misma quien fue rescatada con vida tras un operativo.
Ahora el líder de esta célula delictiva con orígenes en Michoacán, está vinculado con la narcofosa que fue descubierta en una bodega de la colonia La Joya, en el municipio de Tenango del Valle y de donde se extrajeron 47 paquetes emplayados que contenían restos humanos, al parecer, correspondientes a -al menos- 10 personas.
El secuestro
El 8 de agosto del año pasado, mediante un operativo conjunto en el que participaron elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad estatal lograron la liberación de una mujer de 24 años quien estaba privada de la libertad y a quien le cortaron dos dedos para pedir su rescate.
Durante el operativo fueron detenidos seis individuos, identificados como Rubén “N”, alias “Barbas”, de 32 años; Ricardo “N”, alias “Callo”, de 22 años; Edgar Iván “N”, alias “Chore”, de 19 años; Jesús Martín “N”, alias “Fantasma”, de 41 años, Alexis “N”, alias “El Gordo”, de 18 años y Susano Ismael “N”, alias “El May”, de 22 años. Sin embargo, logró darse a la fuga “El Pozolero”.
La víctima estaba retenida en un domicilio de la comunidad Emiliano Zapata del municipio de Tenancingo, donde fueron aseguradas ocho armas de fuego, siete de estas largas y una corta; más de 1000 cartuchos útiles, 986 calibre 7.62 mm, 230 cartuchos calibre 2.23 mm., y 51 calibre 9 mm.; 7 chalecos tácticos; cuatro placas balísticas; 32 cargadores para armas de fuego y un ariete.
Célula de secuestradores
Desde la liberación de la víctima, se siguió la pista de esta célula del Cártel Jalisco Nueva Generación, por lo que se logró relacionarla con otros hechos delictivos ocurridos en la región sur de la entidad, como secuestros y extorsiones.
Datos que se han develado desde la detección del salón de fiestas en cuyos cimientos escondía una fosa clandestina, señalan que la célula de El Pozolero llevaba al menos dos años operando en la zona.
Así lo reconocieron los vecinos de la bodega ubicada en la colonia La Joya, quienes por miedo apenas hablan con foráneos.
“Se escuchaba que llegaban, nunca nos imaginamos que esto pasara así de este tamaño”, señalaron.
Del Pozolero o 666 saben poco, “es mejor mirar para otro lado”.
A decir de fuentes cercanas a la investigación, aún no terminan las labores de lateralización para determinar cuántas víctimas estaban enterradas en el lugar, aunque sí apunta a que eran 10 como se dio a conocer por autoridades federales.
MRV