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Discapacidad visual: Rodrigo y Braulio luchan por la inclusión, en medio de la adversidad

Braulio y Rodrigo enseñan a personas con discapacidad visual a valerse por sí mismas y a enfrentar las dificultades diarias

Créditos: carlos medellín
Escrito en METRÓPOLI el

Naucalpan, Méx.- En 20 años, la población con alguna discapacidad se ha incrementado del 1.8% a 16.5%, con tendencia a la alza en personas que carecen del sentido de la vista; sin embargo, la población en general requiere de acentuar su empatía con este sector poblacional con leyes, reglamentos y normas de convivencia social. 

Se trata de hacer valer las leyes y normas ya existentes para el respeto de las personas con discapacidad, explicó el médico terapeuta de personas especiales Antonio Ogazón, quien señaló  que en el caso particular de Naucalpan estima que el 10% de la población  tiene algún tipo de discapacidad.    

Rodrigo Hisao Reyes Morales es un joven de 20 años que mide solo 89 centímetros y es vecino de Minas San Martín en Naucalpan, externa que él como estudiante encuentra muchas complicaciones para trasladarse a la escuela y a sus centros de actividades, además de enfrentar la apatía de las personas que en la calle lo observan. 

Además de la discapacidad por su talla, Rodrigo tiene ceguera de nacimiento, lo que le ha complicado su desarrollo personal y profesional, ya que estudia para maestro de educación especial en una escuela de Atizapán de Zaragoza, hasta donde hace traslados diarios, retornando a Los Remedios donde realiza sus prácticas frente a grupo. 

Pese a sus limitaciones, Rodrigo gusta de la música de la India, de sonidos suaves y armónicos, “porque me tranquilizan y me hacen sentir bien”, explicó en una breve entrevista. 

En Tlalnepantla otra persona con discapacidad visual desde hace varios años realiza una importante labor. Braulio enseña a otras personas adultas que como él carecen del sentido de la vista. 

 “Les enseño a identificar las formas de los objetos, figuras, pero sobre todo a identificar una banqueta y el mobiliario urbano, que pueden ser obstáculo para que puedan trasladarse por sí solos”, detalló.

Entrevistado bajo un tejaban lateral de las oficinas de DIF de Tlalnepantla, Braulio explica que a todas las personas que acuden los miércoles les  enseña a caminar con confianza en las calles debiendo identificar sonidos de vehículos, de comercios y a escuchar el entorno donde radican. 

“Por ahora tengo 10  personas invidentes en DIF Santa Mónica, a quienes les doy clases  y en El Tenayo otras seis. Se trata de apoyar a quienes necesitan de conocer más para hacer su vida mas llevadera y agradable dentro de la discapacidad que tienen”, explicó. 

Añadió que, en su opinión tienen los mismos derechos que otros sectores. “Hay personas que son insensibles e inconscientes, ponen obstáculos en las zonas de paso para personas con discapacidad, lo que implica que no sólo quienes se mueven en sillas de ruedas entran dentro de este rango poblacional, también quienes tenemos la desdicha de ser incapacitados visuales merecemos usar los pasos especiales, que en ocasiones personas normales los obstruyen”. 

Braulio es padre de familia y obtiene sus ingresos de un salario que le proporcionan el DIF por sus actividades que realiza “y de vez en cuando me voy a dar masajes corporales, como lo hacen muchos de mis compañeros en el Centro de Capacitación e Inclusión Laboral para Personas con Discapacidad (CECAIN)”. 

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del 2020 del INEGI, en el país hay casi 21 millones de personas con discapacidad, representando alrededor del 16.5% de la población total, destacando una tendencia a la alza, de las personas con discapacidad visual, que alcanza hasta la fecha del censo 12 millones 727 mil 653 personas.  

Es de destacar el incremento de personas con discapacidad en 20 años, ya que en datos del INEGI del 2000 el censo arrojó que sólo el 1.8% de la población total tenía alguna discapacidad, añade la dependencia que, en el mismo año 2000, en países con menos habitantes en América Latina, como Chile o Argentina, reportaban en este rubro entre el 5 y el 7 por ciento de sus poblaciones con discapacidad.

MRV