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¿Fin de semana al aire libre? Regresan las actividades al Parque Bicentenario

Ubicado al norte de la CDMX, el espacio que fue una refinería inconclusa ofrece un ambiente ecológico y familiar para disfrutar cualquier fin de semana

Escrito en METRÓPOLI el

Un lago, una chinampa, un orquideario, una pista para ciclismo de 5 kilómetros y unos ejemplares de los mexicráneos, así como una extensa área verde de 55 hectáreas, son parte de los atractivos que los visitantes pueden encontrar en el Parque Bicentenario.

El lugar al que, diario, cientos de personas acuden a hacer actividades físicas, a acostarse en el césped a descansar, a recordar que hay espacios sin ruido en la capital mexicana, o a conocer los biomas –espacios donde hay mini-ecosistemas como un bosque de coníferas– se encuentra a unos pasos del Metro Refinería, de la Línea 7.

Otro bioma es el de la Selva Tropical, dentro de un invernadero, donde hay alrededor de mil 500 plantas y que cuenta con un espejo de agua, que a su vez es un sistema de recolección de agua de lluvia que alimenta el lugar en el estiaje.

Dentro del parque los niños encuentran juegos infantiles, peces en la única chinampa certificada, fuera de Xochimilco y casi al final del extenso parque, una gran vista en el lago artificial, donde si no hay contaminación ni clima lluvioso, se puede apreciar a lo lejos la zona montañosa que rodea a la Ciudad de México, así como algunos edificios de Santa Fe.

En otras actividades de esparcimiento  en el Parque se cobra, como son la renta de bicicletas, un tren para niños, una zona de ciclismo, un gotcha, una cafetería y un restaurante con precios al alcance del bolsillo promedio, pero para quienes llevan su propia comida, hay una zona de picnic con mesas.

El lugar cuenta con un estacionamiento hasta para mil 700 automóviles –el cual cobra 30 pesos sin importar el número de horas de permanencia– también tiene espacios para conciertos masivos y eventos sociales como bodas, por los cuales también se debe pagar. Cuenta con un edificio de ladrillo rojo, en el que se realizan eventos de temporada, como una casa del terror que se instalará a partir de este fin de semana, y en diciembre llegará la aldea navideña.

Para después del susto, qué mejor que una zona de fast food. Tanto la casa del terror como la comida rápida se instalarán este fin de semana.

DE REFINERÍA A PARQUE

La otrora la refinería 18 de Marzo está lista para recibir a aquellos que quieren regresar a actividades similares a las que había antes de que llegara la pandemia de covid-19, pero que aún están recelosos de los eventos en lugares cerrados y que prefieren hacerlo en espacios abiertos.

En la entrada hay un hombre que toma la temperatura a los recién llegados y además hay un garrafón de gel antibacterial para limpiarse las manos.

En el parque, de 55 hectáreas, hay una vista amplia al horizonte, por su extensión y porque predomina más el pasto que los árboles. En el lugar, que abre a las 7:00 horas y cierra a las 18:00 en otoño e invierno, a las 19:00 en primavera y a las 20:00 en verano, una de sus características es que no se permite el acceso con perros, a menos que estos sean de servicio.

Gracias a esa medida, quienes llegan pueden recostarse en las amplias zonas con césped sin temor a encontrar una sorpresa desagradable.

En la zona cerca del lago, de 4 hectáreas, algunas parejas están recostadas y aprovechan para el momento romántico. Pero también hay bancas para los que prefieren estar sentados y ver pasar a otras personas.

BIENVENIDOS, CON CAUTELA

Pese al semáforo verde epidemiológico, que inició el 18 de octubre pasado, en un recorrido hecho por La Silla Rota se observó que los visitantes del parque no se retiran el cubrebocas y quienes entran a los biomas lo hacen con cautela.

Esos biomas, además de las especies que hay como parte de los ecosistemas replicados ahí, también son sitios donde se realizan algunos eventos como peticiones de matrimonio. Pero; además, el de Selva Tropical representa un oasis dentro del propio Bicentenario.

Al entrar ahí se siente un ambiente fresco, diferente al que hay afuera al mediodía, con el sol canicular que no corresponde a octubre.

Otra zona donde el visitante siente que viaja a otras latitudes es el Orquideario, el cual a través de una rampa que desciende paulatinamente, muestra 75 clases de orquídeas, algunas vistosas como vestidos de noche, otras discretas como piedras preciosas, y algunas apenas como botones que comienzan a sobresalir. Ahí se realizan conciertos de música clásica y algunos también, con alma de poetas, llevan sus libros para hacer alguna lectura.

VISITAS EDUCATIVAS

El parque está ubicado en el 290 de la calle 5 de mayo, en la colonia San Lorenzo Tlaltenango, en la Miguel Hidalgo. Si bien no es céntrico, se encuentra a 15 minutos de Polanco o de Satélite, 25 de la Condesa y 35 de Santa Fe.

El Bicentenario es el segundo pulmón de la ciudad, sólo detrás del Bosque de Chapultepec. Está en el terreno de la vieja refinería 18 de Marzo, que funcionó de 1933 a 1991, debido a las emisiones contaminantes que ahí se originaban y que jugaron un papel importante en la crisis de contaminación ambiental que sufrió la capital en la década de los ochenta del siglo pasado. El lugar estuvo abandonado hasta que el gobierno de Felipe Calderón anunció que Pemex cedió los terrenos y se convertiría en parque, inaugurado en 2010.

Fue manejado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la cual cedió su administración en 2017 al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, que a su vez en 2018 la concesionó por 25 años a la empresa Operadora de Proyectos de Entretenimiento NLP. La decisión causó molestias entre visitantes, porque el estacionamiento dejó de ser gratuito y algunas zonas verdes comenzaron a ser usadas para eventos.

La empresa obtiene ingresos mediante la realización de conciertos o diversiones temáticas como el de la casa del terror, en el llamado Edificio Ladrillo, construcción sobreviviente de los tiempos de la refinería. Otra variedad es una Feria de Juegos Mecánicos, que regresará en diciembre.

El director del parque, Jorge McPhail, explicó a La Silla Rota que de marzo de 2020 hasta la emisión del semáforo verde epidemiológico el 18 de octubre, nunca cerraron, ya que estaban considerado como una actividad esencial.

“Por su extensión y de acuerdo con la norma, en la peor época podía entrar el 30 por ciento, nuestro 30 por ciento son 70 mil personas, ni siquiera en época regular sin pandemia se llegaba a esa cantidad de visitantes”.

“Se pararon muchos proyectos en la pandemia, fue un año muy difícil económicamente, donde la empresa no ha dejado de invertir y de permitir que sea gratuito”, añade.

El lunes es el único día que el parque cierra, para realizar trabajos de mantenimiento.

“El modelo del parque, al ser concesión está abierto para toda la población, hay ciertas cosas con costo, el bike park, el gotcha, unos carritos infantiles, la casa del terror, la feria y realizamos eventos sociales y musicales de cultura y entretenimiento. Si alguien gusta realizar un evento social privado lo puede hacer”, concluye.


Fotos: Marco Antonio Martínez.

ACZ