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A 53 años de la matanza del 2 de octubre, salen a la calle a exigir justicia

La 4T ha abierto una instancia para hacer justicia, pero los manifestantes históricos reclaman en la plaza de Tlatelolco en demanda de justicia

Escrito en METRÓPOLI el

A pesar de la pandemia de covid-19 y del fuerte operativo policial, organizaciones sociales, populares, estudiantiles, feministas, comunistas y anarquistas se dieron cita en la Plaza de las Tres Culturas para una Asamblea Popular y posteriormente marchar con destino al Zócalo de la Ciudad de México. 

En la Asamblea participaron organizaciones que se movilizan a nivel nacional e internacional para exigir justicia por diversos crímenes y problemáticas sociales tan diversos como la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, la libertad de presos políticos peruanos o justicia para el ciberactivista Julian Assange. 

"A 53 años de la masacre del 2 de octubre sigue sin haber justicia y las demandas del movimiento siguen vigentes", agitó uno de los moderadores de la Asamblea en donde se escucharon propuestas diversas para continuar organizando demandas populares. 

A las 16:20, aproximadamente, salieron de la plaza los primeros contingentes y se enfilaron hacia el Zócalo en donde esperaba un templete para los participantes del mitín final. 

La movilización fue encabezada por el Comité 68 detrás de quienes se encontraban los normalistas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) entre quienes se encontraban los estudiantes de Ayotzinapa, Tenería y la Escuela Normal Superior de Michoacán. 

Otras organizaciones artísticas también se manifestaron; es el caso de la comparsa que aglutinó a bailarines vestidos con faldas típicas mexicanas, trompetistas, jóvenes con tambores que, bailando al son que marcaba el ritmo de las consignas, hacían sonar sus instrumentos o movían el cuerpo. 

El gran común denominador de esta movilización sin duda fue el cubrebocas que todos portaron de manera disciplinada y que también fue una forma de protesta: "2 de octubre no se olvida" e imágenes del Che Guevara se pudieron observar en los rostros de las y los asistentes. 

El mitín al finalizar la marcha resultó más concreto que otros años pues sólo contó con la participación del Comité 68 y referentes de organización como los Padres y Madres de los normalistas de Ayotzinapa y el Sindicato Mexicano de Electricistas. 

"Vinimos aquí así como hace 7 años nuestros hijos querían venir a la marcha; por eso estaban boteando y así como se los llevaron vivos, los queremos vivos de regreso", expuso uno de los padres de Ayotzinapa. 

En el discurso central se reivindicaron luchas como la de los profesores de la UNAM que exigen pagos justos, la de los estudiantes del IPN que se oponen a las más recientes reformas que se impulsan en esa institución educativa o las luchas ambientalistas que cada vez crecen más; además, cuestionaron la política del gobierno actual y su relación con los movimientos sociales. 

"En el actual escenario, las demandas del movimiento del 68 continúan vigentes, pero también la política de represión hacia los estudiantes organizados y el movimiento popular, como lo son los constantes ataques hacia el normalismo rural, resultado decenas de detenidos que consiguieron su libertad incondicional gracias a la organización y movilización en las calles", afirmaron los organizadores de la marcha.

La coordinación que organizó la marcha decidió dedicar un minuto de silencio para recordar a todas las víctimas del 2 de octubre y pedir a los asistentes que elevaran la mano izquierda con una V de la victoria. 

Así, el zócalo se quedó en silencio, las masas levantaron cientos de manos y el único sonido que rompía el momento solemne era el de un helicóptero que, se sabría después, sobrevolaba a los anarquistas que se encontraban encapsulados en Eje Central, muy lejos del homenaje que en el Zócalo se rendía a las víctimas de la masacre perpetrada por el Batallón Olimpia. 

Después de las participaciones de los asistentes y de hacer un pase de lista con todos los asesinados o fallecidos que participaron en el movimiento de 1968, el Zócalo, que apenas unos días antes fue testigo de intensos enfrentamientos entre feministas y policía, se quedó vacío poco a poco mientras los anarquistas continuaban entre policías. 

"ESTÁN HACIENDO BOMBAS MOLOTOV"

Alrededor de las 5:30pm el llamado Bloque Negro o anarquistas se reunió súbitamente a la altura de Victoria, sobre Eje Central, y como jugadores de fútbol americano se agruparon para planear su próxima jugada e incluso se taparon con banderas, como si alguien pudiera oírlos o leerles los labios. 

Eran la retaguardia de la marcha y aunque no pasaban de 89, según la Secretaria de Gobierno capitalino, no dejaban que representantes de medios de comunicación se acercaran y uno de ellos sin pudor mostraba una cadena de un grosor de cinco centímetros que rodeaba su brazo. 

Después de esa reunión el bloque negro o anarquista rompió filas y corrieron con la intención de llegar a 5 de Mayo para de ahí salir al Zócalo. 

Pero mil 100 policías se los impidieron y aunque algunos anarcos lls empujaron y aventaron unas molotov, en cosa de 5 minutos fueron replegados y encapsulados. 

Hubo una bomba que quedó encendida alrededor de un minuto, tres policías heridos, dos mujeres y un hombre, y varios curiosos que corrieron o regañaron a los demás, como un hombre que le gritó a su esposa “agarra la niña en lugar de estar grabando”.

Una parte de los anarcos quedó antes de  Donceles y la otra después, del lado de Bellas Artes. 

A partir de ahí comenzó una negociación para que a cambio de abrir la cápsula, los de negro entregaran sus molotov, martillos y todo lo que pudiera lastimar. 

Fue una larga espera de hora y media en la que un hombre de los encapsulados pero que no era del bloque negro propuso que los anarcos entregaran los artefactos y ya avanzaran. Esa propuesta fue recibida con risas por los policías y uno si soltó un “váyase a la Verga”.

Aunque había calma, el piso era reflejo de algunos de esos artefactos: piedras, vidrios y también restos de gas de extintor color verde, cortesía de los policías.

Un monitor de marchas le decía a alguien, por su aparato de radio que eran 60 anarquistas y el resto de medios de comunicación. Pero sí alertaba de que preparaban bombas molotov.

Aunque a la hora los anarcos parecían haber cedido, luego se echaron para atrás y a las 7 cedieron y fueron replegados y ya tomaron Eje Central rumbo al Metro Garibaldi, no sin volver a gritar consignas contra los policías, aventar un cohetón y hacer pintas en el andén del Metro, a modo de despedida.

La marcha no había registrado incidentes y se vieron menos contingentes que en otros años, pese a ser sábado.

Destacaron los normalistas con pancartas de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, los del Sindicato Mexicano de Electricistas y hasta unos colados, detractores del presidente de Brasil, Emmanuel Bolsonaro

El sabor lo puso BAM con su grupo musical y sus bailes e interpretación de Matador y Zandunga.  

CONVOCARON A ASAMBLEA

Previo a la marcha, a manera de permitir que las múltiples organizaciones sociales y populares expusieran sus objetivos y propuestas, el Comité 68 convocó a una Asamblea Popular en la Plaza de las Tres Culturas.

Con la presencia de organizaciones estudiantiles, magisteriales, de artistas, feministas, socialistas y comunistas, en la Asamblea se denuncia que a 53 años de la masacre, las demandas del movimiento estudiantil y popular siguen vigentes. 

Además, denuncian, aún no sé alcanza un estado de justicia en el país, lo que es claro con los recientes crímenes de Estado como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. 

fmma