Culiacán, Sin.- El regreso a clases en la capital sinaloense se dio en un ambiente de alta tensión tras una serie de ataques armados ocurridos entre el viernes 29 y el sábado 30 de agosto en tres centros de salud. Los hechos, vinculados a la “rematación” de heridos, dejaron al menos cinco personas asesinadas y varios lesionados, entre ellos una menor de edad.
Los episodios de violencia comenzaron afuera del Hospital Civil, y horas después se repitieron dentro de la Clínica Culiacán y del Nuevo Hospital General. Estas agresiones reforzaron la percepción de inseguridad en la ciudad justo en vísperas del arranque del nuevo ciclo escolar.
El entorno escolar tampoco ha estado exento de episodios violentos en los últimos meses. El pasado 4 de julio, un ataque a balazos frente a una primaria en la colonia 10 de Mayo dejó un hombre herido y vehículos dañados; aunque una menor resultó ilesa, el hecho generó alarma entre los padres de familia.
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Riesgos y protocolos de prevención
El analista de seguridad David Saucedo advirtió que existe el riesgo de que civiles, incluidos estudiantes y maestros, puedan resultar víctimas de fuego cruzado durante enfrentamientos armados. “Sí hay riesgo de que en las balaceras sean asesinadas personas sin ningún vínculo criminal”, señaló.
Saucedo recordó que en ciudades como Celaya, Tijuana o Tapachula, algunos padres han solicitado el regreso de las clases en línea ante situaciones de violencia. Sin embargo, aclaró que “no es viable suspender las clases, pero sí realizar medidas de precaución para minimizar el riesgo de que haya alumnos heridos o profesores en el fuego cruzado”.
Entre las medidas que considera urgentes están la capacitación a profesores en primeros auxilios y la difusión de protocolos de reacción en caso de tiroteo, similares a los que en su momento implementó la Secretaría de la Defensa Nacional en estados como Durango y Tamaulipas.
Regreso bajo vigilancia
La preocupación por la seguridad escolar no es exclusiva de Sinaloa. En 2018, escuelas de Cancún, Quintana Roo, reforzaron sus protocolos tras balaceras en inmediaciones de planteles, con simulacros y resguardo de estudiantes.
En Culiacán, autoridades estatales y municipales implementaron desde temprano este lunes 1 de septiembre operativos de vigilancia en zonas escolares y cruceros. La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal detalló que se desplegaron agentes para ordenar la circulación y reforzar la seguridad perimetral.
En paralelo, la Secretaría de Educación Pública y Cultura informó el retorno de más de 700 mil estudiantes en Sinaloa: 586 mil de nivel básico y 152 mil de media superior. También reportó avances en la entrega de libros de texto gratuitos.
Especialistas y docentes coinciden en que la viabilidad de mantener la presencialidad dependerá de sostener medidas de seguridad en entornos escolares y trayectos, así como de brindar apoyo emocional a la comunidad educativa para enfrentar este regreso a clases en medio de un clima de violencia.
Contexto: Este tema es crucial porque muestra cómo la violencia en Culiacán ha trascendido el ámbito de la delincuencia organizada para impactar directamente la vida escolar y la seguridad de la niñez. En un contexto donde los estudiantes y maestros pueden quedar atrapados en el fuego cruzado, garantizar su integridad no solo requiere operativos de vigilancia, sino protocolos claros y apoyo emocional a la comunidad educativa. Lo que está en juego es la posibilidad de que la educación se desarrolle en un entorno seguro, libre de miedo y de riesgos para quienes acuden a las aulas.
