Monterrey, Nuevo León- La intensa lluvia registrada la noche del domingo en Monterrey y su zona metropolitana, provocó severas afectaciones a la movilidad, con calles inundadas, vehículos varados y cierres viales en distintos sectores.
Protección Civil de Nuevo León informó que las precipitaciones estuvieron acompañadas de fuertes vientos y tormenta eléctrica, lo que generó encharcamientos graves en vialidades principales como Ruiz Cortines, Conchello y Alfonso Reyes, donde las autoridades se vieron obligadas a cerrar el paso de manera preventiva.
Calles cerradas y autos varados paralizan la movilidad
Vecinos del municipio de Guadalupe reportaron además apagones en varias colonias debido a la tormenta, mientras que en otros sectores los automovilistas quedaron atrapados durante horas a causa de las anegaciones.
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Uno de los puntos más afectados fue el paso a desnivel de avenida Garza Sada, bajo la rotonda del Tecnológico de Monterrey, que terminó completamente inundado y con varios autos detenidos en medio del agua.
Los municipios más golpeados por la tormenta fueron Monterrey, San Nicolás, Apodaca, Escobedo, Guadalupe, San Pedro, Juárez, Santiago, Allende, Montemorelos y Linares. En tanto, el arroyo Topo Chico alcanzó un 65% de su capacidad, lo que encendió las alertas de las autoridades.
En Santiago, los retornos subterráneos de la Carretera Nacional permanecieron cerrados por seguridad debido a los altos niveles de agua acumulada. Brigadas de rescate y unidades de tránsito trabajan en diferentes puntos para auxiliar a conductores atrapados y prevenir accidentes.
Monitoreos constantes
Protección Civil estatal mantiene un monitoreo constante en ríos y arroyos de San Nicolás, Apodaca, Escobedo, San Pedro, Guadalupe y Pesquería, al tiempo que pidió a la población evitar transitar por pasos a desnivel y vialidades anegadas mientras continúen las precipitaciones.
Contexto: Esta noticia es relevante porque muestra cómo fenómenos climáticos extremos pueden paralizar la vida urbana en grandes ciudades como Monterrey, poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos, su patrimonio y la infraestructura pública. Además, evidencia la urgencia de fortalecer los planes de prevención y respuesta frente a lluvias torrenciales que cada vez son más frecuentes por el cambio climático.
