PAPA FRANCISCO

El carpintero del papa Francisco: la historia del chiapaneco que construyó su silla

Manuel rechazó el pago por la silla; para él, era un acto de fe. Solo aceptó alimentos y el apoyo necesario para enfocarse en su labor

Manuel rechazó el pago por la silla; para él, era un acto de fe. Solo aceptó alimentos y el apoyo necesario para su labor Créditos: Notimex
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A Manuel Pergentino Sánchez López no le llegó por “suerte” la encomienda de hacerle una silla especial al papa Francisco durante su visita a Chiapas en 2016. Para él, fue una bendición: su entrega a la Iglesia y su experiencia como carpintero lo llevaron a ser el “ungido” para esa tarea.

Durante una semana, el originario de Pueblo Nuevo Solistahuacán —aunque radicado desde los dos años en San Fernando, también en Chiapas— se dedicó a fabricar una silla de madera de cedro con algunos grabados. Esa pieza sería utilizada por Jorge Mario Bergoglio en su paso por Tuxtla, en el Estadio de Futbol “Víctor Manuel Reyna”, y luego en San Cristóbal de Las Casas.

encomienda vino desde Roma (Italia), y era hacer una silla austera, por así decirlo, porque al papa no le gustaba lo ostentoso, lo lujoso”, recuerda. Confiesa que se sintió bendecido y que, por esa razón, no cobró un solo peso por su obra.

La silla, cuenta, sólo llevaba el logotipo del Vaticano, además de cojines en el respaldo y el asiento. Durante el tiempo que duró el trabajo, recibió alimentos y todo lo necesario para concentrarse plenamente en la tarea.

“En esos días fue una algarabía, ¡qué poder tiene el Santo Padre, de veras!”, expresa Pergentino, quien atesora el abrazo papal que recibió durante su encuentro con Francisco en Tuxtla, en el estadio de futbol.

Contexto: la historia de este devoto carpintero ha resurgido tras el lamentable fallecimiento del papa Francisco, ocurrido el pasado 21 de abril en la Ciudad del Vaticano, a causa de un derrame cerebral que derivó en coma y un colapso cardiocirculatorio irreversible, según informó la Santa Sede.

La historia del carpintero del papa Francisco

La encomienda no fue casualidad. Manuel Pergentino traza una especie de línea del tiempo y explica que, desde 1975, se integró a la Iglesia Católica. A partir de entonces, asumió diversas funciones, como formar el primer coro religioso en las parroquias de San Fernando y en la de Guadalupe, en Tuxtla Gutiérrez.

Con una sólida formación en temas religiosos y reconocido por llevar la fe a distintos lugares, conoció al entonces obispo Felipe Aguirre, quien “no lo soltó” desde ese momento. Incluso fue una figura clave en su crecimiento dentro de la liturgia, tanto en Chiapas como en otros estados como Oaxaca.

Manuel se involucró cada vez más en la vida eclesiástica, sin descuidar su oficio. Comenzó a recibir encargos especiales de carpintería, incluso de otras iglesias fuera de Chiapas, como en Guadalajara, Jalisco.

Mientras colaboraba en el seminario, en la Pastoral Juvenil y en actividades como retiros de evangelización o formación de ministros, también se dedicaba a fabricar retablos, muebles y otras piezas requeridas por distintas parroquias.

Me pedían que hiciera desde el sagrario de la Capilla Menor, todo, todo”, comenta en entrevista con La Silla Rota. Lamenta la partida del papa Francisco, a quien considera un gran siervo de Dios y a quien tuvo el honor de saludar en 2016, en Tuxtla.

Recibió amenazas de muerte y golpearon a su hija 

Actualmente, trabaja en el retablo de una parroquia en la localidad de Jaltenango. No obstante, también ha enfrentado momentos difíciles: fue amenazado de muerte, y una de sus hijas fue golpeada. Cree que personas vinculadas al crimen pensaron que había recibido grandes sumas de dinero por la encomienda papal.

Incluso amenazaron con matar a mi familia, era como un aviso a lo que me enfrentaba. Pero de todos los hermanos, fui el único, el elegido, pero yo no lo busqué, pero soy un enamorado de la Iglesia y de nuestro Dios”.

A pesar de todo, asegura sentirse satisfecho de haber sido parte de ese proceso, aunque desconoce el destino actual de la silla: “al parecer fue llevada al Museo del Vaticano, es lo que sé, o lo que supe, pero me siento orgulloso, es un bello recuerdo, y aunque al principio me hablaron de un trabajo pagado, no cobré nada”.

Manuel está convencido de que su camino seguirá siendo la vida cristiana. Por eso, continuará cumpliendo cualquier encargo que le hagan en iglesias, parroquias o capillas de Chiapas, como lo ha hecho hasta ahora.

Así fue la visita del papa a Chiapas 

La visita del papa Francisco a México en febrero de 2016 incluyó cinco estados, pero uno de los momentos más significativos fue su paso por Chiapas el día 15. Tras llegar al aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez y trasladarse en helicóptero a San Cristóbal de las Casas, el pontífice ofició una misa dedicada a los pueblos indígenas, donde pidió perdón por “la exclusión e incomprensión” hacia estos pueblos.

La ceremonia, realizada en la sede de la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres, incorporó lenguas indígenas como el tseltal, tsotsil, tojolabal, zoque y ch’ol, música de marimba y danzas tradicionales. Al final, entregó un decreto que autoriza el uso de lenguas originarias en la liturgia y recibió una Biblia traducida por misioneros jesuitas.

Después, oró ante la tumba del obispo Samuel Ruiz en la catedral de San Cristóbal, y por la tarde, encabezó un “Encuentro con las Familias” en el estadio Víctor Manuel Reyna de Tuxtla Gutiérrez ante unas 100 mil personas. Su visita dejó una fuerte carga simbólica por el reconocimiento y la inclusión de los pueblos indígenas de México.