Un hombre que viajaba en autobús con las cenizas de su nieto las extravió durante el trayecto al municipio de Choix, Sinaloa. Sin embargo, gracias al poder de las redes sociales, logró recuperarlas y darles la sepultura adecuada.
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El abuelo, de nombre Ramón Corrales, abordó el autobús llevando la urna de su nieto, quien había fallecido en los Estados Unidos. Las cenizas estaban dentro de una hielera, pero al descender del vehículo, notó que las había olvidado y no pudo hacer nada para detener el autobús.
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Según narró su esposa a la prensa local, el hombre comenzó a sentirse mal durante el viaje, lo que le hizo olvidar la hielera con los restos de su nieto, conocido cariñosamente como “El Niñito”.
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“Las cenizas son de mi nieto. Como pudimos, lo trajimos de los Estados Unidos para sepultarlo en México. Mi esposo venía enfermo y, por eso, olvidó la urna en el autobús. Pero, gracias a Dios, ya la recuperamos.
“Nos iremos al rancho Baymena para enterrarlo junto a uno de mis hijos que está en ese panteón. Gracias a Dios encontramos la urna, Dios se los pague”, declaró María del Rosario, la abuela del fallecido.
La familia había pasado por un largo y complicado proceso para repatriar los restos desde los Estados Unidos, lo que hizo aún más dolorosa la pérdida momentánea de las cenizas.
Familia acude a las redes sociales y se logra el milagro
Cuando acudieron a la empresa camionera para intentar recuperarlas, les informaron que el conductor del autobús había cambiado de ruta y no tenían contacto directo con él. Ante esto, la familia decidió recurrir a las redes sociales para contar su historia y tratar de localizar al chófer.
Fue el propio conductor quien, al ver las publicaciones en redes sociales, se puso en contacto con la familia para informarles que las cenizas estaban a salvo y coordinar la entrega. Este gesto mostró el impacto positivo que pueden tener las redes sociales.
Finalmente, la familia logró recuperar los restos de su nieto y, tras un largo proceso y un gran susto, pudieron darle la sepultura que tanto anhelaban, encontrando así paz y consuelo.