HERMOSILLO. - Durante una inspección de elementos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) en el punto de revisión del municipio de Sonoyta, al norte de Sonora, se decomisaron 75 buches deshidratados del pez totoaba, una especie en peligro de extinción.
Los buches de totoaba eran transportados dentro de una caja de cartón, en un camión de paquetería y provenían de la ciudad de Tijuana, en Baja California, con destino a Hermosillo.
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“Al lugar (punto de revisión) arribó el conductor de un camión de carga rotulado con logos de una empresa de mensajería y paquetería, a quien se solicitó autorización para realizar una inspección preventiva en el área de carga, donde transportaba mercancía diversa, a lo cual accedió en forma voluntaria”, señaló la Guardia Nacional mediante un comunicado.
La caja con las piezas del pez pesaba un total de 2.2 kilogramos y no se contaba con documentación que acreditara su transportación, al ser una especie protegida por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010.
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“Las 75 piezas de buche de totoaba, procedentes de Tijuana, Baja California, con destino al municipio de Hermosillo en Sonora, fueron aseguradas y puestas a disposición ante la agencia del Ministerio Público Federal en la entidad, para continuar las investigaciones correspondientes”, agregó la instancia.
¿Por qué se trafica el buche de totoaba?
La totoaba es uno de los peces más grandes (pueden llegar a medir hasta 2 metros), que habitan en el Mar de Cortés, y su buche o la vejiga natatoria, como también se le nombra es de gran demanda en países asiáticos, por lo que su venta en el mercado negro puede ascender a los 25 a 80 mil dólares, cada kilo.
En países como China, el buche o vejiga de totoaba se utiliza con fines medicinales; se cocina en sopas y presuntamente les ayuda a nutrir el hígado y los riñones; pero también tiene propiedades para mejorar la piel y aumentar la circulación sanguínea. También mencionan sus propiedades afrodisíacas.
La caza de totoaba en el Golfo de California está prohibida, pero hay grupos criminales que se dedican a ello, así como a su tráfico de Sonora hasta China.
Su pesca ilegal también ha provocado un grave efecto secundario: la muerte de la vaquita marina.
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Esta especie está en peligro de extinción y habita solo en esta zona del Mar de Cortés. Convive de cerca con la totoaba, por lo que su pesca provoca que las vaquitas marinas caigan en las redes de pescadores ilegales y mueran.
De acuerdo con el último censo, quedarían entre ocho y trece vaquitas marinas adultas en el Golfo de California.
Algunas asociaciones internacionales de protección animal se han unido para salvar a la especie, incluso el actor de hollywood Leonardo DiCaprio hizo un llamado a las autoridades y a las diferentes organizaciones civiles a realizar acciones para evitar la extinción de la vaquita marina.