KANASÍN, Yucatán.- El 15 de junio, Manuel un trabajador sexual, que es parte de la comunidad LGBTQ+ fue víctima de un delito de odio. A través del sitio web Mil Eróticos lo contactó Julio S. y una mujer. Le pidieron ir a su domicilio, ubicado en la colonia el Encanto en Kanasín, Yucatán, pero al llegar intentaron golpearlo con un tubo de acero.
Manuel logró evitar el ataque gracias a que el chófer de una plataforma esperaba su pago.
“Él me pidió un taxi a su nombre y me envió la ubicación en tiempo real. Le pedí que salga a pagar por mensaje porque acordamos que el traslado iría por su cuenta. Me pidió entrar a su casa con la promesa de que me regresaría el dinero de inmediato. No acepté y le pedí que salga”, comentó en entrevista Manuel.
Salvó su vida y acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) a denunciar. Se inició la carpeta de investigación 2728/2024. Además, tras conseguir retirarse del lugar, de inmediato, le platicó lo sucedido a unos amigos que también ofrecían servicios sexuales en Mil Eróticos.
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Agresores con historial de violencia
Así descubrió que hay dos personas más agredidas por Julio S. y su novia. Del intento de violencia física y la agresión verbal, Manuel explicó que bajó del taxi para ir a buscar el dinero y pagar. En ese momento, una pareja salió de una casa y le gritaron. Julio se identificó y amenazó con “reventarle” el tubo en la cabeza. La mujer se limitó a grabar sus acciones con el celular.
“Él saca un tubo de fierro y me grita diciendo que él no ha contactado a nadie, yo me empiezo a echar para atrás y le pedí que se tranquilizara, me empieza a seguir con ese mismo tubo y me dice que me lo iba a reventar, obviamente me asusté, y de manera rápida me subí de nuevo al taxi para ir de regreso a mi casa”, relató.
Por la manera de actuar de la pareja pensó que podría ser un intento de asalto, que se frustró porque el chófer de la plataforma se quedó afuera esperando. Manuel se sintió burlado y vulnerable.
Las otras víctimas de Julio no denuncian por miedo
Cuando contactó a sus amigos y les avisó de la agresión de Julio y la mujer, que supuestamente es su novia; dos le respondieron que pasaron por lo mismo. La diferencia es que no denunciaron y lo mantuvieron en privado. El motivo que alegaron es que en la FGE hay homofobia y criminalización del trabajo sexual.
“Fue exactamente lo mismo. No los asaltó, sólo los cita para gritarles y asustarlos, y de camino perdimos dinero y tiempo”, apuntó.
A uno de los dos amigos de Manuel que también fueron víctimas de Julio, aún le envía mensajes de odio y amenazas de muerte. Bloquearlo no es suficiente, lo contacta a través de otros números telefónicos.
Desconoce si está persona ha cometido otras agresiones o sí ya golpeó a alguno de los hombres que simula contratar para trabajos sexuales. No descarta que sí lo haya hecho.
“No quiero esperar a que pase o que le pase a otros chicos, puede ser todo un daño psicológico para cualquiera y hasta agresión física si alguien siquiera se atreve a defenderse”, reiteró.
El sitio web Miles Erótico no se hace responsable por los delitos en contra de los usuarios, ni clientes, ni de quienes brindan algún servicio sexual. Manuel los contactó y la respuesta fue negativa.
En números, desde el 2017, en Yucatán se han registrado 59 delitos en contra de personas que asumen su orientación sexual como parte de la diversidad. En este 2024, van tres casos. Las cifras corresponden a la plataforma Visible, que se encarga de documentar las agresiones.
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