MÉRIDA. - En memoria de Héctor de Jesús Huesca Gutierrez su madre creó en Yucatán la colectiva “Familias Buscadoras de Yucatán”, la primera organización enfocada a las desapariciones en todo Yucatán. La señora Clara María Gutierrez Centeno declaró que el objetivo de esta colectiva es querer ayudar a otras personas que desconocen qué hacer o a dónde acudir ante la ausencia de sus seres queridos.
Clara es originaria del municipio de Halachó, pero en un intento fallido por cruzar la frontera de México a Estados Unidos decidió establecerse en Guadalajara, Jalisco. En 2020, su hijo decidió alcanzarla para vivir con ella. Ambos trabajaban en una tienda de segunda mano.
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Recordó que la última vez que vio al joven de 24 años, fue el 24 de mayo de 2020. Desconoce bajo qué circunstancias desapareció. Lo único de que tiene certeza es que se lo llevaron a la fuerza de su casa. Casi tres años después, en 2023, supo que su hijo fue encontrado el 17 de junio de 2020 en una fosa clandestina en Jalisco.
“Gracias a los colectivos de Jalisco di con mi hijo, estuve buscando sola por año y medio sin ayuda. Entraba a ranchos y nunca di con él. Había gente mala y buena, un día me sacaron de la carretera, y dije no, eso no estaba bien, me retiré de Jalisco y regresé a Yucatán”, recordó en entrevista.
De regreso en Yucatán publicó en redes sociales la fotografía de su hijo Héctor. En la imagen el joven estaba sin camisa, se veían los tatuajes y es así como lo identificaron. La contactaron las colectivas de búsqueda para apoyarla con su búsqueda.
Se trasladó a Jalisco para identificarlo. “Busqué a mi hijo en el Servicio Médico Forense en el 2023, en ese año identifiqué su cuerpo”, relató que se hizo una prueba de ADN y resultó positiva, sin embargo, no le querían entregar el cuerpo porque le faltaba un brazo.
Clara logró que le entreguen el cuerpo de su hijo gracias a que, durante la presentación del libro de Cecilia Flores, fundadora de la colectiva, Madres Buscadoras de Sonora tomó el micrófono y pidió ayuda.
“Cuando Cecilia Flores presentó su libro yo dije aquí o nunca, tomé el micrófono y les dije que no quiero culpables o justicia, que solo quería el cuerpo de mi hijo. No querían entregarlo porque le faltaba un brazo, pero a mí que me importa, solo quería a mi hijo conmigo. Gracias a Dios que los colectivos de Jalisco me apoyaron”, reiteró.
Cuando Héctor desapareció, Clara no sabía qué hacer. No acudió a la fiscalía de Jalisco a levantar la denuncia. Inició la búsqueda por su cuenta y fue hasta que pidió ayuda en redes sociales, que las autoridades la contactaron y abrieron una carpeta de investigación.
“Nunca denuncié porque uno no sabe qué hacer, nadie nos orienta. Estamos vendados de los ojos en ese rato”, este es el principal motivo por el que buscó colectivizar a madres buscadoras y familias en Yucatán.
Actualmente, en la entidad según cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDN) hay 305 personas desaparecidas. El mayor número de denuncias son de los municipios de Mérida, Progreso y Kanasín. La colectiva “Familias Buscadoras de Yucatán” está integrada por 13 personas y espera se sumen más.