PERSONAS DESAPARECIDAS

Familia poblana viaja a Apocada, Nuevo León y desaparece; el último contacto fue una llamada

Rita viajaba de Puebla a Nuevo León de manera constante, un día llamó a su primo diciendo que no la verían en mucho tiempo, desapareció con su hija y nietos

Créditos: LSR/ Cuartoscuro & Especial
Escrito en ESTADOS el

PUEBLA. - Una familia de cinco integrantes, originarios de Puebla, desaparecieron el 1 de mayo en Apodaca, Nuevo León, donde radicaban; se trata de Rita Rivas Reyes, de 53 años de edad; su hija María Fernanda Cruz Rivas, de 25 años; y sus nietos los gemelos Óscar Fernando y Pablo Emilio Cruz Rivas, de 1 año, y Airam Juliette Rauda Cruz, de 6 años de edad.

Los cinco viajaban constantemente entre Puebla y Apodaca debido a la actividad de María Fernanda Cruz Rivas, quien organizaba tandas y hacía préstamos de dinero. El comunicado emitido por la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares del estado de Puebla indica que desparecieron en la colonia Bosques de San Sebastián de la capital poblana.

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Giovanni Alberto Cruz Rivas, primo de María Fernanda y sobrino de Rita, ha declarado a medios locales que acudió a la Fiscalía General del Estado de Puebla para pedir ayuda, pero le dijeron que no podían apoyarle si sus familiares habían desaparecido en otro estado.

Finalmente, las fichas de búsqueda se emitieron con la información errónea, indicando que “el día 01 de mayo de 2024, salen de su domicilio ubicado colonia bosques de San Sebastián, Puebla; y desde ese momento se desconoce su paradero”, cuando la realidad es que se encontraban en Apodaca, Nuevo León.

María Fernanda me habló triste, llorando, diciéndome que había pasado un problema muy fuerte, que no podía comentarme qué había pasado y que ya no iba a saber de ella en mucho tiempo y me colgó la llamada, asegura Giovanni Cruz.

La pareja de María Fernanda viajó de Apodaca a Puebla para buscarla a ella y a sus hijos, y nos dijo, cuenta Giovanni Cruz Rivas, que salió a trabajar y cuando regresó ya no encontró ni a las mujeres ni a los menores de edad.

Después de que comenzó la búsqueda, el 6 de mayo María Fernanda volvió a comunicarse con Giovanni Cruz Rivas de un número desconocido para decirle que estaban bien, que no podía decirle las razones por las que se había ido de donde vivía y que ya no lo iba a contactar en mucho tiempo.

Airam Juliette Rauda Cruz mide 1.10 metros, es de complexión delgada, morena clara y de cabello lacio y castaño oscuro.

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Pablo y Óscar Fernando miden 60 centímetros, son robustos y el segundo tiene un doble remolino en el cabello.

María Fernanda Cruz Rivas mide 1.64 metros, es de complexión delgada, de tez apiñonada y de cabello lacio largo y teñido de rojo. En el dedo medio de la mano izquierda lleva un tatuaje con una línea negra que simula ser un anillo.

Rita Rivas Reyes mide 1.70 metros, es robusta, morena clara, y como señas particulares tiene pecas en el rostro, un tatuaje con la imagen del Ave Fénix y otro con las leyendas “Airam, Óscar Fernando y Pablo Emilio”, en el antebrazo izquierdo.

Apocada el foco rojo

Apodaca es un municipio que se ubica al norte de la zona conurbada y es junto al de Juárez, Guadalupe y el norte de Monterrey, un territorio en donde hay, de acuerdo a las cifras oficiales, más hechos con episodios violentos e inseguridad.

En Apodaca se han resuelto en los últimos cuatro meses, al menos ocho casos de extorsiones telefónicas y presuntos secuestros virtuales de delincuentes que operan principalmente en contra de jóvenes menores de edad, informó por su parte la Secretaría de Seguridad Pública municipal.

Con amenazas telefónicas delincuentes han aplicado los “secuestros virtuales”, han sacado a las víctimas de sus casas e incluso de sus escuelas, amagándolos con hacerles daño a ellos o a sus padres.

Uno de los casos registrados esta semana fue el de una menor a quien los victimarios llamaron para amedrentarla y una vez que obtuvieron los teléfonos de familiares y amigos, contactaron a su mamá, a quien le advirtieron que tenían a su hija secuestrada.

La madre solicitó ayuda apoyo policiaco y horas después localizaron a la menor en un centro comercial del municipio. Otro caso fue el de un menor de edad a quien le llamaron para ordenarle que saliera de su casa y abordara un taxi para luego recibir instrucciones.

Con información de David Casas (Corresponsal en Nuevo León)