La activista Olimpia Coral Melo denunció la agresión de la que fue objeto en el municipio de Huehuetla, donde fue perseguida e insultada por un grupo de hombres tras reclamarle a uno de ellos por orinar en la vía pública.
La activista, impulsora de la “Ley Olimpia”, que castiga distintas formas de violencia digital, acudió a Huehuetla a impartir la conferencia “Mujeres, cuerpo y tecnología”, en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla.
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En la transmisión realizada en vivo en las redes sociales de Coral Melo, se ve como los sujetos patean su automóvil y le gritan “vieja [...]” o “que ladras [...] vieja perra”. La activista y las mujeres que la acompañaban estacionaron su vehículo en una gasolinera mientras hacían la transmisión en vivo, mientras otros hombres intentaban bloquear la transmisión.
Mientras se escuchan los insultos y las amenazas, otros hombres intentan persuadirla de irse y dejar de grabar, a lo que las mujeres se niegan por miedo a que las sigan. A través de su cuenta de X, el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, informó que “Inmediatamente después de que denunció los hechos ocurridos en Huehuetla a través de las redes sociales, acudieron elementos de la policía estatal y municipal para resguardarla, y acompañarla al lugar donde pernoctó”.
Agregó que el agresor ya fue detenido y puesto a disposición de las autoridades. Más tarde, la activista señaló que “no es un hecho aislado. Acá en la Sierra Nororiental les pasa a las mujeres y ellas no tienen el alcance que yo tengo”. Olimpia Coral informó que interpondrá una denuncia por las agresiones que sufrieron ella y sus acompañantes, entre las que se encontraba una menor de edad.
¿Quién es Olimpia Coral?
Olimpia Coral es una activista nacida en Huauchinango, Puebla, que, tras ser víctima de violencia digital impulsó una serie de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal que sancionan delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales, también conocida como ciberviolencia, como la divulgación de videos o fotografías íntimas de una persona, o grabar o fotografiar acciones reales o simuladas de contenido sexual íntimo de una persona sin su consentimiento o con engaños.
A raíz de los cambios en la ley, estos actos se sancionan con penas que van de tres a seis años de prisión.