MICHOACÁN

¿Cacería de policías en Apatzingán? esto es lo que pasa en Michoacán

En Apatzingán, Michoacán, la violencia surge de pugnas entre cárteles y ha escalado al grado de ataques con drones explosivos y "cacería de policías"

Créditos: Especial
Escrito en ESTADOS el

Apatzingán, Michoacán.- La mañana de este martes, un elemento de la Policía Municipal de Apatzingán, Michoacán, fue asesinado a tiros, luego de que sujetos armados lo persiguieran varias cuadras en su camioneta particular. Testigos refieren que Uriel A, de 33 años de edad y policía en activo, descendió de su vehículo, pero ya no alcanzó a responder el ataque, en el cual fue asesinado.

El atentado ocurrió sobre la calle General Rentería Luviano, de la colonia Luis Donaldo Colosio, de ese municipio de la Tierra Caliente. El 18 de julio pasado, Mario P, otro oficial de esa misma corporación, fue víctima también de un ataque directo a balazos, afuera del domicilio de un familiar. Los informes señalan que el elemento, de 40 años de edad, caminaba a su casa, cuando fue alcanzado por sujetos fuertemente armados, quienes le dispararon.

Al siguiente día, fue hallado el cuerpo de Noé N, quien un día antes, aparece en un video en que está hincado, atado de manos y con su playera arriba. En la grabación, el oficial señala que la corporación policial a la que pertenece, es brazo armado de una organización criminal y que por eso fue capturado por los contras.

El cuerpo del elemento, fue hallado con varios balazos en el cuerpo y el tiro de gracia, dentro de un cauce de agua, ubicado en una orilla de la cabecera municipal. Semanas antes, los grupos antagónicos al que opera en la ciudad de Apatzingán y varias de sus localidades, había advertido esta “cacería de policías”.

Apenas, hace unos días, hubo relevos de los principales mandos en la Dirección de Seguridad Pública Municipal; sin embargo, la advertencia continuó.

ATAQUES Y ENFRENTAMIENTOS

Los ataques en diferentes localidades rurales y en la cabecera municipal de Apatzingán, no han cesado. Apenas ayer, habitantes reportaron un ataque con drones cargados de explosivos en la comunidad de El Guayabo. También, se registraron enfrentamientos antagónicos entre grupos del crimen organizado en el poblado de Puerta de Alambre y sus alrededores.

Ese choque a tiros dejó entre el fuego cruzado a cortadores de limón, que grabaron algunos de esos episodios de violencia, mientras se tiraban al piso.

EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA

Algunos los grupos delictivos que conformaban el bloque criminal de Cárteles Unidos, en Michoacán, le dieron la espalda a células vivas de Los Caballeros Templarios. Eso o que ha dejado a la población, en medio de esa guerra, en el corazón de la Tierra Caliente, revelan los informes de las áreas federales de seguridad.

Quien orquestó ese rompimiento entre organizaciones asociadas, fue Fernando Cruz Mendoza “El Tena, de la mano de Miguel Ángel Gallegos Godoy “Migueladas”. El Tena, fue lugarteniente del ya casi extinto cártel de los templarios y desde el 2014, lidera su propia organización, con presencia en el Puerto de Lázaro Cárdenas.

El Migueladas, lidera su grupo delictivo autollamado el Cártel de Zicuirán, en el municipio de La Huacana, donde tienen su principal punto de operaciones. El documento advierte que El Tena, se asoció con Migueladas, para fracturar a Cárteles Unidos, con quienes hasta septiembre del año pasado, peleaban.

Esa sociedad les permitió a ambos, apoderarse primero de Arteaga, municipio que era el principal bastión de Servando Gómez Martínez “La Tuta”, exlíder de los templarios.

LA SILLA ROTA documentó el destierro de la célula criminal que desde la cárcel, mantenía controlada y en operación, La Tuta.
A la par, Migueladas le arrebataba a los templarios la mayor parte de los poblados de los municipios de Gabriel Zamora, Múgica y Parácuaro.

Ya con la ayuda de Los Viagras, Tena y Migueladas, empezaron la guerra contra los templarios que controlan Apatzingán, donde han dejado varios muertos y desplazados. Desde taxista, hasta mandos policiales y halcones, además de personas inocentes, han sido asesinadas en Apatzingán.

Pero también, ataques a poblaciones enteras, con drones cargados de explosivos, como el caso de Loma de Los Hoyos, donde la violencia no cesa desde hace una semana. Esta localidad está ubicada a 12 kilómetros de la cabecera municipal y a 5 minutos en vehículo, de la base de la Guardia Nacional.

A pesar de ello, no hay autoridad alguna que brinde seguridad a los habitantes, que viven a diario y en todo momento, las inclemencias de la violencia. “Nomás se escuchan los putazones de los dronazos y todos buscamos la manera de no ser alcanzados por las bombas”, cuenta Rodrigo, un joven cortador de limón.

El poblador, tuvo que huir y dejar todo en su tierra natal, para no ser asesinado junto con su familia, a la caída de uno de esos drones cargados con explosivos. El estallido de uno de esos artefactos, ya dejó un joven tabasqueño lesionado de gravedad, al caer en su vivienda, un dron, que perforó su techo de lámina.

La casa y la tienda de ese predio, fueron uno de los blancos de los explosivos y se encuentra en la entrada del poblado, donde los únicos que vigilan son los “halcones”.

Los ataques hacen que se vacíen las calles y que los habitantes se resguarden por varias horas; después, buscan la manera de volver a sus actividades cotidianas, entre pánico. “No nos queda de otra. No tenemos a dónde ir. No hay seguridad, pero tampoco tenemos otra alternativa”, afirma Emanuel, quien ya mandó a su familia a Estados Unidos.

“Nosotros no estamos en contra o a favor de nadie. Lo que queremos es que nos dejen trabajar, vivir en paz y que respeten a nuestras familias”, aclara.

El trabajador de un empaque, es una de las pocas personas que se atreven a hablar de la situación en la que se encuentran los habitantes de esa región de la Tierra Caliente. La mayoría, tiene temor a represalias de los delincuentes, quienes controlan todas las actividades comerciales, sociales y políticas de la zona.

Las familias enteras, solo piden que en algún momento, las fuerzas federales recuperen la seguridad de sus localidades y monten operativos como en otras áreas de la región.

Uno de esos operativos, permitió que personal del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, capturaran a dos de los principales operadores de Miguel Ángel Gallegos.

Se trata de Martín C “El Chícharo”, jefe de plaza en Nueva Italia y su segundo de a bordo, José Luis G, detenidos junto con seis más de sus subordinados. Las detenciones provocaron el bloqueo de carreteras y vialidades en los municipios de Parácuaro y Múgica, además de incendios de vehículos en esos lugares y en Apatzingán.

Los dos objetivos criminales y el resto de las personas capturadas, fueron trasladados a Morelia, donde fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República. El informe de las áreas de inteligencia, advierten que en este momento, la situación en esa región, solo será controlada, hasta capturar a los principales líderes de los cárteles en disputa y la limpieza en las áreas de seguridad municipales y algunas estatales.

DJC