El camillero Víctor Flores, empleado del Hospital 18 en Playa del Carmen, Quintana Roo, ha sido liberado de los cargos relacionados con la muerte de una niña de seis años, Altana, quien quedó atrapada en el elevador del hospital. Sus defensores aseguran que no existen acusaciones en su contra y que la empresa encargada del mantenimiento del elevador, SITRAVEM, está bajo investigación.
Víctor Flores trabaja como camillero en la guardia nocturna del hospital donde se registró la muerte de la pequeña Aitana, y ha argumentado que la declaración de hechos en la investigación interna del IMSS sobre el incidente fue incorrecta. Señaló que en la declaración inicial se omitieron detalles como el uso de desechos peligrosos, alimentos y ropa durante los recorridos en los elevadores, lo cual consideró una violación a sus derechos laborales.
Asimismo, mencionó que el área de salud mental del IMSS le recomendó tomar una incapacidad laboral debido al diagnóstico de estrés postraumático que sufrió tras la pérdida de la vida de la niña cuando iba con él. Por el momento, no ha sido llamado por las autoridades locales ni por la Fiscalía General de la República (FGR).
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El director general del hospital, Zoé Robledo, por su parte, ha anunciado que acudirá a las oficinas del área jurídica del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) para atender la investigación laboral interna que se ha iniciado.
Contexto
El camillero Víctor, quien trasladaba a la niña de 6 años en el Hospital General de Zona número 18 del IMSS en Playa del Carmen, fue detenido inicialmente por el presunto homicidio culposo de la menor, quien falleció después de quedar atrapada en un elevador. Sin embargo, fue liberado posteriormente.
En un video difundido por trabajadores del IMSS, Víctor aparece esposado en una cama de hospital y declara que él también fue víctima de la situación, quedando encerrado en el elevador mientras intentaba rescatar a la niña. Sus compañeros lo respaldan en el video y señalan situaciones previas en las que el personal de salud ha sido sancionado injustamente.
Víctor asegura que no le importa que su nombre sea manchado, siempre y cuando el responsable de la tragedia sea identificado y asuma la responsabilidad. Afirma que confía en que la tragedia no fue causada por un error de su parte y que aceptará la responsabilidad siempre y cuando se realice una investigación exhaustiva.
La tragedia ocurrió cuando la camilla en la que era trasladada la niña no entró completamente en el elevador, y al activar el ascensor, la menor quedó prensada, lo que desencadenó en su fallecimiento.