TIJUANA.- Con una alcaldesa resguardada en instalaciones militares por la inseguridad, un asalto a mano armada a los clientes de un café en una de las zonas más céntricas de la ciudad y los homicidios que desde hace años son el pan de cada día, Tijuana recibe el verano preocupada por mandar un mensaje de tranquilidad a los turistas que cada año dejan millones de dólares en consumo.
Tan solo el año pasado, la cadena de servicios compuesta por hoteles, restaurantes, bares, taxis y demás, recibió en esta frontera alrededor de 3,500 millones de dólares por turismo de salud y viajes de placer, según datos del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana (Cotuco).
Arturo Gutiérrez, presidente del organismo, admite que la decisión de la presidenta municipal Montserrat Caballero de vivir en el 28 Batallón de Infantería “no ayuda” a la promoción de la ciudad en esta temporada, y lo mismo pasa con los delitos reportados cotidianamente.
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“Los acontecimientos violentos en Tijuana que antes podíamos argumentar que eran en las orillas de la ciudad, los vemos cada vez más cerca. Afortunadamente hasta el día de hoy, y tocó madera, no ha habido ningún turista agredido ni directamente ni de forma colateral. Obviamente el mercado que trataba de regresar, el anglo, el europeo, sí es susceptible a este tipo de noticias o encabezados”, dice.
La primera respuesta de las autoridades, como sucede cada vez que la delincuencia llega a las portadas de la prensa local y los crímenes se vuelven virales, ha sido la movilización de militares, esta vez para patrullar la avenida Revolución de Zona Centro, una estrategia que el sector turístico reconoce, pero también cuestiona por falta de resultados.
El 28 de junio pasado, la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, anunció que ya se instaló en una vivienda del 28 Batallón de Infantería en esta misma ciudad, donde permanecerá por tiempo indefinido.
La presidenta municipal sostiene que la Guardia Nacional fue quien le sugirió refugiarse en las instalaciones militares al sur de la ciudad, ubicada muy cerca del límite con la ciudad de Playas de Rosarito, a causa de amenazas a su investidura.
LAS EXPECTATIVAS
Cotuco espera que este año visiten la ciudad 8 millones de personas, una cifra que apuesta por los niveles post pandemia de 2018 entre cruces transfronterizos y arribos aéreos ahora que el aeropuerto de Tijuana está conectado a 39 destinos nacionales y al menos a una decena de terminales internacionales.
Por eso, la ciudad es la puerta de entrada para turistas que buscan destinos como el Valle de Guadalupe en el municipio costero de Ensenada o las playas de Rosarito, pero ni siquiera el estado ha logrado recuperar estadísticas previas a la pandemia.
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De acuerdo con el Observatorio Turístico de Baja California (OTBC), los 12.6 millones de visitantes internacionales que llegaron por tierra en 2022 representaron 14 millones de visitas menos que el pico más alto previo a la emergencia sanitaria, que fue en 2017.
Por eso la molestia del sector turístico cuando, hace un par de meses, dos hombres armados despojaron de sus relojes a un par de clientes de un café, propiedad de la familia Plascencia, dueños de una conocida cadena que incluye al restaurante Caesar, casa de la famosa ensalada del mismo nombre.
Javier Plasencia, quien actualmente es además presidente en Tijuana de la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), fue quien confirmó en sus redes sociales el atraco que quedó videograbado y ya era difundido en redes sociales.
“Hoy por primera vez en 35 años asaltan a mano armada en plena luz del día a clientes dentro de uno de nuestros restaurantes, esto no puede seguir así”, escribió en su cuenta de Twitter arrobando las cuentas de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y de la alcaldesa Caballero Ramírez.
“Tijuana desde hace un par de años ya no tiene zona dorada y menos blindada”, agregó el conocido chef en su cuenta de Facebook.
Es el sector inmobiliario el que promueve la llamada “Zona Dorada” porque además de estar en la zona urbanística más desarrollada y cercana a la garita internacional, concentra hoy la construcción de edificios para comercio y vivienda vertical con espacios valorados en decenas de miles de dólares que están cambiando la cara económica de Tijuana.
LA RESPUESTA GUBERNAMENTAL
Guardia Nacional y policías municipales anunciaron recorrerán a pie tierra y en vehículo las diez cuadras que abarca la avenida Revolución en Tijuana para inhibir asaltos, robos, “cristalazos” y la venta de droga al menudeo, el delito al que las autoridades siguen atribuyendo la mayoría de asesinatos cometidos anualmente en esta frontera.
Fernando Sánchez González, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM), no descartó que los patrullajes se extiendan a otros polos de turismo frente a la llegada de la temporada alta para dar a los visitantes la sensación de seguridad
“Precisamente por la falta de policías que tenemos en nuestra corporación, el que se vengan a sumar a hacer estos trabajos preventivos, claro que van a ayudar. No buscamos ni pretendemos que vengan a suplir nuestro trabajo”, afirmó.
Esa estrategia, sin embargo, no convence del todo a un Cotuco preocupado por la percepción que puede generar la imagen de las fuerzas armadas en los sitios turísticos.
“Como presidente del comité de turismo me gustaría ver el apoyo de la Guardia Nacional en zonas calientes de Tijuana que todo mundo sabe dónde están. Creo que para el turismo no es agradable tener militares en las calles cuando no hay un efectivo resultado”, dijo en entrevista horas antes de que policías y GN comenzarán sus rondines.
Incluso el secretario de seguridad reconoció que la zona centro es desde hace 15 años la de mayor incidencia delictiva en la ciudad por su extensión, oferta comercial y de servicios que incluye a la zona norte, donde se concentra la oferta de bares nudistas y prostitución.
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Para el patrullaje los uniformados se reunieron justamente en el punto donde la avenida más famosa y recorrida de Tijuana converge con la zona de tolerancia, donde además es común encontrar vendedores de drogas ofreciendo abiertamente “globitos” de cristal a los peatones.
Pero esa área no fue incluida en los patrullajes a cargo de policías municipales y Guardia Nacional.