En un video viral de TikTok, Pedro Franco mostró la que en su momento fue la mansión más lujosa de México, una impresionante propiedad ubicada en Zihuatanejo, Guerrero, que fue nombrada El Partenón debido a que sus arquitectos se inspiraron en el templo de la colina sagrada de Acrópolis en Atenas, Grecia, que está dedicado a la diosa Atenea.
Esta residencia fue elaborada en los años 70 del siglo pasado y está hecha de mármol, con una extensión aproximada de 20 mil metros cuadrados. Se estima que costó 700 millones de viejos pesos a quien fuera su propietario: "El Negro" Durazo. Sin embargo, a pesar de su exuberante apariencia, la mansión esconde una historia oscura.
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El sujeto que financió la obra fue Arturo 'El Negro' Durazo, quien fuera jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal durante el sexenio de José López Portillo. El individuo falleció en el año 2000, pero antes de su muerte estuvo en prisión acusado de delitos como contrabando, fraude, evasión fiscal y acopio de armas.
Con la entrada al poder de Miguel de la Madrid, los días de despilfarro de Durazo llegaron a su fin. En 1984, el sujeto fue detenido en Puerto Rico, lo que provocó que sus propiedades entraran en litigio, ya que el Estado Mexicano las reclamaba y la familia del hombre también las quería.
En 2011, el gobierno de Guerrero donó El Partenón a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), pero la familia de Durazo no estuvo de acuerdo y su hijo trató de recuperar la propiedad. Sin embargo, en 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó el amparo.
Hoy en día, la mansión más lujosa de México se encuentra abandonada y en ruinas. La falta de mantenimiento ha provocado daños en la estructura y en la piscina, que tiene agua con moho debido a la caída de lluvia y falta de limpieza.
Los pocos muebles que quedan se caen a pedazos y los interiores están afectados por la humedad. Además, muchas estatuas han sido dañadas por la hostilidad del ambiente. El Partenón, que una vez fue un símbolo del poder y el lujo, ahora se consume en el olvido.