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¡Nos falta Emi!: En Apatzingán marcharán por las niñas y mujeres desaparecidas

Emilia Núñez Valencia es una niña de 14 años de edad que soñó con ser militar y a diario luchaba para ello, hasta que tres criminales le frenaron su anhelo

Emilia Núñez Valencia es una niña de 14 años de edad que soñó con ser militar y a diario luchaba para ello, hasta que tres criminales le frenaron su anhelo
Emilia Núñez Valencia.Emilia Núñez Valencia es una niña de 14 años de edad que soñó con ser militar y a diario luchaba para ello, hasta que tres criminales le frenaron su anhelo Créditos: ESPECIAL
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APATZINGÁN.- Este miércoles, con motivo del Día Internacional de la Mujer, habitantes del municipio de Apatzingán, marcharán para exigir que se le haga justicia a las niñas y mujeres, víctimas de desaparición, secuestro y asesinato. “No olvide sus nombres, por favor, señor presidente”, pedirán las mujeres de esa ciudad de la Tierra Caliente michoacana.

El lema de la manifestación que saldrá del monumento a la Cultura y concluirá afuera de Palacio Municipal, es: “Justicia por cada desaparecida; Justicia por Emi

Ello, por la desaparición de una niña que fue arrebatada de su mamá, secuestrada, desaparecida y, a decir de uno de los responsables detenidos, asesinada, aunque su cuerpo todavía no aparece.

LA HISTORIA

Emilia Núñez Valencia es una niña de 14 años de edad que soñó con ser militar y a diario luchaba para ello, hasta que tres criminales le frenaron su anhelo de pertenecer a las filas del Ejército Mexicano. Los secuestradores, arrebataron a Emi de las manos a su mamá, el pasado 5 de septiembre, en la ciudad de Apatzingán, Michoacán.

Eran las 6:52 de la mañana, cuando María del Carmen Valencia Álvarez, fue interceptada por sujetos armados, sobre la calle Libertad, de la colonia Ferrocarril.

“Yo la llevaba a la escuela en la camioneta y unos tipos me cerraron el paso; uno con su pistola estrelló el vidrio del lado del copiloto; abrió las puertas y se llevaron a mi hija”.

María del Carmen recuerda que los delincuentes no dijeron nada y simplemente se llevaron a su hija Emi. Cuenta, que a pesar de que intentó arrebatarles a la niña y convencerlos de que no se la llevaran, los criminales finalmente lograron su cometido.

“Uno de ellos me golpea la espalda, me azota en el camellón, me tira de estómago y ahí pensé que mi vida se acababa; pensé que el chavo me iba a disparar”, describe.

Narra, que cuando los sujetos empezaron a romper el cristal de su vehículo, su hija, aterrada, la abrazaba y gritaba que no a los criminales.

Después, ya en manos de los delincuentes, lloraba y gritaba y “ya cuando la suben a la camioneta, no supe más”, platica, María del Carmen Valencia.

La madre de Emi, cuenta que su primera reacción fue pedir auxilio a los vecinos y conseguir un teléfono celular para comunicarse con las autoridades y sus familiares. Relata, que los secuestradores, le pedían una enorme cantidad de dinero a cambio de regresarle a su hija, pero decidió dejar todo en manos de las autoridades.

Confirmó en ese sentido, que sí presentó la denuncia ante la Fiscalía de Michoacán, donde se inició la Carpeta de Investigación y donde identificaron a los responsables.

Se trata de Leobardo Vieyra Mercado, Daniel Villanueva Cabrera, así como Ramón Humberto Galván Chacón y/o Ramón Humberto Valencia Chacón, de 38, 25 y 29 años de edad, respectivamente. Los tres originarios de ese municipio de la Tierra Caliente.

La FGE publicó acuerdos, en los que ofrece 100 mil pesos de recompensa, a quien proporcione información que la lleve a los responsables del secuestro agravado.

Informó que uno de ellos fue detenido meses después en la tenencia Felipe Carrillo Puerto, del municipio de Buenavista. El sujeto declaró a las autoridades que ya habían asesinado a la niña, pero que desconocía el lugar donde había sido dejado su cuerpo.

A pesar de ello, desde que Emi fue secuestrada y nada se sabe de ella, por lo que el pasado 5 de diciembre, los familiares se manifestaron.

Los padres de la víctima, amigos y seres queridos, salieron en caravana de afuera de la presidencia municipal, hacia el monumento a Lázaro Cárdenas. Exigieron apoyo de las autoridades locales y estatales, de quienes se dijeron ignorados. “¿Será porque están coludidos?”, se preguntó María del Carmen.

Un día antes de la manifestación, los padres de la niña recibieron al menos cinco llamadas telefónicas de extorsión, con las que intentaron sorprenderlos. Todo derivó de que los padres y demás familiares de la menor, decidieron por primera ocasión salir a las calles y hacer públicas sus exigencias.

Pero, insistió, todo se trató de llamadas de extorsión y no de los secuestradores de su hija, a quienes les piden que se la regresen. Además que, han realizado jornadas de búsqueda, en las que han encontrado restos humanos, pero hasta el momento se desconoce si son los de Emi.

UNA NIÑA CON MUCHOS SUEÑOS

Emi es estudiante del tercer año de secundaria en el Instituto Valladolid; descrita por su mamá como una niña encantadora, con un futuro brillante. Sostiene, que su hija es una niña con muchos sueños por cumplir; que tenía no más de tres meses que empezaba a entrenar básquetbol y que nunca fue problemática.

“Nunca me ha dado problemas  ni en la escuela, ni con sus compañeros, ni en la casa. Ama a su familia, el básquetbol y su escuela”, destaca María del Carmen.

Nacida el 5 de abril del 2008, Emilia gusta de escuchar música en inglés, clásicos de los 80´s y tenía una fascinación por dibujar. Sus colores favoritos son el negro y el morado.

ESTOY MUERTA EN VIDA

Para la familia, el secuestro de Emi, ha sido un verdadero infierno. Su vida cambió por completo y su mamá, María del Carmen, explica ese daño que les causan los criminales.

“Imagínate cómo es mi vida, Es mi hija; más de tres meses secuestrada; no he estado bien. Es lo peor. Estoy muerta en vida. Me falta mi hija”, enfatiza.

Relata, que desde que los delincuentes privaron de la libertad a su hija, le daba miedo salir a la calle, hasta el pasado 5 de diciembre que decidió salir a manifestarse.

“No tiene mucho que pude regresar a mi casa, a donde estaba mi niña, a donde están sus cosas, porque todo me recuerda a ella”, revela.

Patica que le lastima mucho la ausencia de su hija y que a cada segundo se le viene con mayor énfasis cómo convivía con su hija, cómo le hablaba, cómo la abrazaba.

“Ya quisiera verla, que vuelva a asomarse a verme en el cuarto… o sea, todo, todo, todo lo que hacía mi niña”, expresó, María del Carmen Valencia.

Ahora, los familiares de la niña, solo piden a los gobiernos, municipal, estatal y federal “que se pongan en nuestros zapatos y hagan algo; muevan todo, para recuperar a mi hija”, reitera, la madre de la víctima.