CHETUMAL.- Un ejemplar de jaguar hembra fue atropellada en la carretera 307 dirección Cancún-Playa del Carmen, ella se encontraba embarazada y estaba a punto de dar a luz, se calcula que el felino tenía cuatro años y 40 kilogramos.
La organización Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar dijo que la hembra fue atropellada el 2 de febrero, justo donde se encuentra una señalética de cruce o paso de jaguar, misma que fue ignorada y terminó con este triste final.
“La hembra de jaguar (Naku) era un individuo joven entre 3 años y medio y 4 años, a la revisión médica encontramos que estaba gestante, presentaba calostro en sus glándulas mamarias, a la necropsia, se encontró un cachorro de jaguar hembra también, de entre 93 y 96 días, le faltaban 1 o 2 días por nacer, Naku se estaba cruzando la carretera para que su cachorrita naciera del lado de la costa ella pasaría por lo menos entre 3 y 4 meses de ese lado criando y alimentando a su cachorra. Lamentablemente fue atropellada y murieron las 2 hembras” escribió Mario Buil, presidente del Comité de Vigilancia, Protección y Conservación del Jaguar.
Y recalcó que las señaléticas allí exhibidas no son “por adorno o por qué se ven bonitas” están puestas allí de manera estratégica, porque por allí pasan los jaguares y esta vía está sustentado con una toma de datos que se ha realizado a ya más de 10 años.
“Balam” el gran felino de América
Para la cultura prehispánica Maya, como para otras culturas mesoamericanas el jaguar o balam es considerado un animal sagrado por sus cualidades. Algunas leyendas prehispánicas dicen que este hermoso felino otorgó su fuerza a distintas deidades mayas. De hecho, en la conquista española el cronista fray Bernardino de Sahagún, lo describía así:
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"El tigre anda y bulle en las sierras, y entre las peñas y riscos, y también en el agua, y dicen es príncipe y señor de los otros animales. Es bajo y corpulento y tiene la cola larga. La cabeza grande y los ojos relucientes como brasa" escribió.
De acuerdo al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), en México este gran felino habita en las regiones tropicales y subtropicales, desde Sonora y Tamaulipas, en el norte del país, pero también cerca de las costas del Golfo de México y Pacífico.
Lamentablemente ya se ha perdido el 40 por ciento de su distribución en el país, las áreas forestales se han fragmentado y aislado y ha dejado de ser el corredor para el jaguar.
De acuerdo a la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación (UICN) el jaguar se encuentra en la categoría de “casi amenzada”. En el país está catalogado como una especie en peligro de extinción y su cacería está prohibida desde 1987.