Sabinas, Coahuila.- La entrada de la antigua mina de Las Conchas es un túnel de unos 3 metros de altura, que es el inicio de un descenso a una estructura subterránea que hace unos 30 años dejó de ser usada para la extracción de carbón, pero que en ese tiempo de abandono ha acumulado una gran cantidad de agua.
El túnel de entrada, llamado bocamina, está abajo de la superficie de la casi desértica tierra. Para llegar ahí, hay que pasar una bóveda inclinada de unos 20 metros y después llegar a una especie de estancia donde aún se puede ver los cimientos de concreto.
Luego, hay otro descenso a un terreno al aire libre inclinado e irregular de tierra para llegar a la bocamina. Unos 15 metros de altura separan al túnel de la superficie.
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Las Conchas es un predio de una extensión de 180 hectáreas, donde se extraía carbón con carritos transportados en rieles que podían descender hasta 60 metros de altura debajo de la tierra, pero no de manera vertical mediante pozos, sino inclinados, lo que era más seguro para los trabajadores.
HABÍA TRES TURNOS CADA UNO DE 400 MINEROS
Se dice que en la época de esplendor de la mina Las Conchas llegaron a trabajar hasta mil 200 mineros divididos en tres turnos, eso explica la extensión de la entrada, y lo que queda de las oficinas.
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Enclavada en los terrenos de la comunidad de Villa de La Agujita, del municipio de Sabinas, Coahuila, cualquier habitante de ahí sabe que ahí se encontraba la mina, aunque apenas se vean las solitarias ruinas de sus oficinas y ahora parezca simplemente un baldío con cascajo, basura y arbustos y que en su interior acumula agua.
Eso mismo debieron saber los dueños de los pozos de extracción de carbono ubicados en El Pinabete, de una extensión de 1.8 hectáreas, predio 100 veces menor, frente a Las Conchas y del cual solo está separado por un camino de terracería.
El predio es propiedad de la Compañía Minera El Pinabete, una de las 67 pequeñas y medianas productoras de carbón y que en conjunto surtieron, entre septiembre de 2020 a diciembre de 2021, a la Comisión Federal de Electricidad de 2 millones de toneladas para la el consumo de las termoeléctricas carbón I y Carbón II, ubicadas en Nava, en el mismo estado, de acuerdo con el estudio Panorama minero del estado de Coahuila, 2021, publicado por la Secretaría de Economía y el Servicio Geológico Mexicano.
Así lo sostienen habitantes de Villa de La Agujita e incluso de Sabinas, mineros o no mineros.
SE LES AVISÓ A LAS AUTORIDADES
Desde los momentos posteriores al colapso de agua ocurrido en los pozos de la mina El Pinabete, se le informó a las autoridades responsables del rescate, la Coordinadora Nacional de Protección Civil y a la Secretaría de la Defensa Nacional, que Las Conchas estaba abandonada y, por su tamaño, equivalía a una cisterna que iba a trasminar agua hacia el predio de los pozos.
Sin embargo, no les hicieron caso, se han quejado mineros y familiares de los trabajadores atrapados. Los barrenos para extraer agua fueron realizados en el predio de El Pinabete, sin tomar en cuenta la colindancia con La Concha.
Durante los primeros 10 días de inicio del rescate se habló de que el nivel del agua estaba descendiendo e incluso las autoridades llegaron a decir que ya estaba a menos de un metro. Pero este 14 de agosto, las autoridades les avisaron a los familiares que el agua volvió a subir y antes del mediodía ya habían llegado a 15 metros y continuó subiendo.
La noticia causó desánimo entre los familiares de los mineros atrapados. A algunos se les tomó la presión, otros se retiraron y en la tarde un pequeño grupo dio una segunda conferencia de prensa, para pedir acelerar los trabajos.
Además, la coordinadora Nacional de Protección Civil, a cargo de Laura Velázquez Alzúa y el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, informaron por separado que se trabajaba en una nueva estrategia para evitar que aumentaran los niveles de agua, lo que los familiares leyeron como un tácito reconocimiento de que el anterior había fracasado.
El mismo 14 de agosto, trabajadores de Protección Civil visitaron la mina de Las Conchas, y cuando se dieron cuenta que ahí había representantes de los medios de comunicación, a paso veloz se retiraron.
La situación se tornó mas complicada porque este 15 de agosto comenzó a llover desde las 3 de la mañana, y escampó 10 horas después.
12 días después, el rescate de los 10 trabajadores atrapados en los pozos de El Pinabete sigue en vilo, con la novedad de que la información que mineros y familiares les habían dado a las autoridades, apenas había sido tomada en cuenta.