IBERDROLA

El entramado económico para la adquisición de las 13 plantas eléctricas de Iberdrola

La empresa española Iberdrola decidió vender sus plantas y, con ello momentáneamente, suspender sus operaciones en México

Escrito en DINERO el

La Secretaría de Hacienda dio a conocer que el monto total por las 13 plantas generadoras de electricidad de Iberdrola será de 5 mil 943 millones de dólares y estimó que en 10 años se podrá recuperar la inversión. Como parte del acuerdo entre el gobierno mexicano y la firma española, ésta seguirá beneficiándose pues recibirá una tasa de interés anual de 3.6% anual hasta que se cierre la compra.

De acuerdo con Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda, el desembolso de casi 6 mil millones de dólares por la adquisición de 12 plantas de ciclo combinado y una eólica, no supone una deuda pública debido a que la operación se pagará con los propios flujos que generen dichas plantas.

A principios de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el Gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad. A esto fue lo que llamó: "La nueva nacionalización".

El Impacto para el Estado y la CFE de pasar de 44.2 a 52.7 GW de Capacidad: 

  • CFE operará el 55.5% de la capacidad de generación eléctrica del país.
  • Mayor escala y presencia de la CFE a lo largo del país.
  • Eficiencia en la utilización de Gas Natural de CFEenergía
  • Mayor Participación en el nor-noreste atendiendo a clientes de alto crecimiento
  • Incremento de vida promedio de las plantas a cargo del Estado:
  • Actuales 8 años + Nuevas 28 años

Financiamiento

El Fonadin aportará 45 mil millones de pesos para la compra de las plantas de Iberdrola, mientras que habrá un financiamiento 66 mil 500 millones, que estará soportado por los flujos que generen los activos en el futuro. La suma de los montos alcanza los 5 mil 900 millones de dólares, que representa en su totalidad la operación.

 

Iberdrola cobrará un interés de alrededor del 3% de los flujos que sigan generando las 13 plantas, por lo que este sería un incentivo para el gobierno para liquidar lo más pronto posible el total.

Sin embargo, aunque se tuviera que utilizar deuda, la actual administración tiene un margen comparado con el endeudamiento de las dos anteriores administraciones:

Ramsés Pech, analista en temas energéticos destacó que, aunque la SHCP, recuperará en 10 años lo aportado: 21% del total del valor del activo no estará sujeto a intereses y el 79% sujeto a intereses.

Bancos entran al quite

Los grandes bancos han ofrecido financiamiento para comprar plantas de Iberdrola, pues se trata de una operación atractiva, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O.

De acuerdo con Bloomberg News, los bancos BBVA, Santander y Bank of America planean juntos financiar los 6,000 millones de dólares que México acordó con Iberdrola por la comprar de sus 13 plantas eléctricas.

Los tres bancos forman parte de un consorcio que busca financiar el acuerdo, según el reporte, y también estarían interesados bancos locales como el Grupo Financiero Banorte y el Grupo Financiero Inbursa del empresario Carlos Slim.

Bank of America declinó hacer comentarios sobre el informe, mientras que Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Santander e Iberdrola no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios por parte de Reuters.

¿Quién está detrás de la compra de plantas de Iberdrola?

Detrás de la compra de las 13 plantas de Iberdrola por parte del gobierno de la Cuarta Transformación está Carlos Robles Gil,  un economista graduado del Kennedy School of Government de Harvard.

De acuerdo con el periodista, Darío Celis, Robles Gil "es la mente atrás de este vehículo por medio del cual el gobierno obradorista está tomando las plantas de ciclo combinado del gigante español".

El columnista reveló que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O buscó a Robles Gil para encontrar la forma de "hacer a un lado a Iberdrola. Solo había dos caminos: una expropiación, y la compra".

Sin embargo, la expropiación "terminaría por sepultar la poca certidumbre jurídica del país, meter al gobierno en un multimillonario pleito legal que no ganaría y vetar a México como destino de nuevas inversiones extranjeras".