En la actualidad todavía hay personas que guardan sus ahorros debajo del colchón o bajo llave en su casa pensando que ahí están más seguros y que nadie se los va a robar, así como tampoco harán mal uso de ellos, sin embargo, eso no es cierto, porque el objetivo de ahorrar es mejorar tus finanzas personales y que crezca tu dinero, sin embargo, eso es algo que no sucede si tienes esa mala práctica.
¿Por qué es una mala práctica? Porque ese ahorro que tienes se mantiene sin crecer, mientras que la inflación encarece el precio de los productos y los servicios, por lo que en un tiempo el dinero que hayas guardado se irá quedando rezagado.
Por eso, lo más recomendable es que, cuando tengas un buen ahorro, busques las mejores opciones para invertir, pero también las que te parezcan más seguras, pues la mejor forma de combatir el aumento de los precios es con inversiones, que ponen a trabajar y pueden hacer crecer tu dinero.
Pero, además, debes de tener en cuenta que si tienes dinero en efectivo guardado en tu casa te puedes meter en problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y, sobre todo, si no incluyes este dinero en tu declaración anual.
Recuerda que, el SAT es una institución autónoma del gobierno de México que tiene la tarea de recaudar impuestos y hacer cumplir las leyes fiscales del país. Es decir, el SAT es la autoridad fiscal a la que deben declarar todas las actividades que involucren dinero, por lo que si tienes dinero en efectivo guardado en casa lo debes de declarar y justificar su procedencia para evitar problemas.
¿Qué pasa si no declaro mis ahorros debajo del colchón ante el SAT?
Si bien, para el SAT no es algo ilegal el tener dinero en efectivo en casa, sí considera necesario declarar ese dinero y justificar su procedencia porque existen límites para su uso, especialmente en la compra de propiedades, vehículos, joyas, arrendamientos e incluso apuestas.
El SAT establece límites en efectivo para cada una de estas situaciones, por ejemplo, si deseas comprar una propiedad con dinero en efectivo, debes informar a las autoridades financieras y al SAT si el monto supera los 719,200 pesos.
En el caso de la compra de un automóvil, el límite es de 287,680 pesos. Para depósitos en efectivo, los bancos informan cuando reciben más de 15,000 pesos en efectivo.
Si superas estos límites, el SAT podría interpretar que hay una discrepancia entre tus ingresos y gastos, lo que podría llevarte a tener problemas con la ley.
Y entre las consecuencias de no declarar este dinero está el congelamiento de cuentas, multas económicas, renovaciones de permiso en caso de casas de juegos y apuestas.
Asimismo, puedes enfrentarte a una sentencia de prisión si es que hay daño en contra del patrimonio público.
¿Qué es la discrepancia fiscal?
La discrepancia fiscal es una de las prácticas que más persigue el SAT, ya que significa que estás pagando menos impuestos de los que deberías.
El SAT define la discrepancia fiscal como la comprobación de que el monto de tus erogaciones (salidas de dinero) en un año son superiores a los ingresos declarados, o bien, a los que te hubiere correspondido declarar.