La nieve de limón es un postre tradicional y refrescante, perfecto para combatir el calor. Su sabor ácido y dulce la convierte en una opción popular durante la temporada de calor en muchas regiones. A diferencia del helado, tiene una textura más ligera y granulada que resalta su frescura natural.
Preparada con ingredientes simples como jugo de limón, agua y azúcar, la nieve de limón puede hacerse fácilmente en casa. Algunas recetas incluyen ralladura de limón o clara de huevo para mejorar el sabor y la textura. Su elaboración no requiere maquinaria especial, lo que la hace accesible y práctica.
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Este postre tiene una fuerte presencia en la gastronomía popular mexicana, especialmente en ferias y heladerías tradicionales. Su intensidad cítrica estimula el paladar y la convierte en una excelente opción después de comidas copiosas. También es una forma deliciosa de disfrutar los beneficios del limón de manera creativa y natural.
Es por eso que, a continuación, te presentamos una receta para preparar una nieve de limón casera con un presupuesto limitado y un resultado fácil, rápido y sencillo. Aquí te dejamos la lista de ingredientes y el modo de preparación, así que ¡toma nota!
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La receta para cocinar una nieve de limón casera de forma rápida y fácil
INGREDIENTES
- 1 taza de jugo de limón (aprox. 6–8 limones)
- 1 ½ tazas de agua
- 1 taza de azúcar
- Ralladura de 1–2 limones (opcional, para intensificar el sabor)
- 1 clara de huevo (opcional, para dar textura más cremosa)
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PREPARACIÓN
- En una olla pequeña, calienta el agua con el azúcar hasta que se disuelva completamente.
- Deja enfriar a temperatura ambiente, para que tengas como resultado un jarabe simple
- Mezcla el jarabe ya frío con el jugo de limón y la ralladura (si usas).
- Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador.
- Procura que se congele por alrededor de una hora.
- Sácalo y revuelve vigorosamente con un tenedor o batidor para romper los cristales de hielo.
- Repite este proceso cada 30–45 minutos durante unas 3 horas, hasta que tenga textura de nieve.
- Si buscas obtener una textura más suave, bate la clara de huevo a punto de nieve y mézclala con cuidado cuando la nieve ya esté parcialmente congelada (después del primer o segundo batido).
