¿Como cocinar unas deliciosas y perfectas tostadas francesas caseras con una receta fácil y rápida?

Las tostadas francesas son un platillo clásico con raíces en la cocina romana. Su nombre original, pain perdu (pan perdido), refleja su propósito inicial: reutilizar pan viejo sumergiéndolo en una mezcla de huevo y leche antes de freírlo. Con el tiempo, la receta se ha enriquecido con azúcar, especias y diversos acompañamientos.

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Durante la Edad Media, la preparación de las tostadas francesas se popularizó en Europa como un desayuno nutritivo y accesible. Se elaboraban con ingredientes básicos y eran ideales para aprovechar el pan sobrante. En diferentes países adquirieron nombres distintivos, como arme Ritter en Alemania o poor knights of Windsor en Inglaterra.

En América, las tostadas francesas evolucionaron con influencias locales. En Estados Unidos, suelen servirse con jarabe de arce y frutas, mientras que en México pueden llevar cajeta o leche condensada. La receta ha seguido adaptándose, incluyendo variaciones con pan brioche, croissants o versiones más saludables con pan integral y endulzantes naturales.

Hoy en día, este platillo es un favorito en desayunos y brunches alrededor del mundo. Su versatilidad permite preparaciones dulces o saladas, dependiendo de los ingredientes añadidos. Ya sea con un toque de canela, frutas frescas o una salsa especial, las tostadas francesas siguen siendo una opción deliciosa y reconfortante; aquí te dejamos la clásica receta.

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La receta para preparar unos caseros y deliciosos tostadas francesas

INGREDIENTES

• 3 huevos
• ½ taza de leche
• 1 cucharadita de azúcar
• 4 a 5 rodajas de pan de caja
• Manteca (para cocinar)
• Azúcar impalpable, para espolvorear
• Sartén
• Hornalla

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PREPARACIÓN

1. En un plato hondo, como de sopa, bate los huevos con la leche y la cucharada de azúcar hasta unir.
2. Remoja de una en una las rebanadas de pan en la mezcla, dejando que se embeban bien por los dos lados.
3. En una sartén con manteca, a fuego entre medio y mínimo, coloca cada tostada y cocínala hasta que se pueda despegar y dar vuelta.
4. El pan tiene que quedar blandito pero dorado.
5. Finalmente, sírvelo con azúcar espolvoreada o impalpable.