TUXTLA GUTIÉRREZ.- Rodeadas de elementos castrenses y policiacos, poco más de 360 manos de alumnos de Gastronomía hicieron posible un nuevo récord mundial en el municipio de Berriozábal, Chiapas: un taco de “cochito” de 110 metros de largo y 73.700 kilogramos de peso.
De acuerdo con el Guinness World Records, el taco a vencer era el de 15 metros de largo, aunque no se especificó en dónde se obtuvo esa marca.
Eso no le importó a cerca de 160 estudiantes de cuatro instituciones educativas del nivel superior locales quienes, desde las 10 de la mañana de este miércoles, comenzaron a batallar para que una larga tortilla no se rompiera sobre las mesas que fueron colocadas una vez que saliera de la máquina especial para su elaboración.
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Una dura batalla
“¡Más despacio, más despacio!”, era una de las tantas voces que emergían de entre los jóvenes, protegidos con cubreboca y vestidos de filipina y sus “toques” blancos.
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De pronto, uno de los dirigentes de esta hazaña les alertaba: “¡Tenemos 10 minutos para la primera prueba!” y comenzaban todos a jalar, casi al parejo; pero, o la tortilla se rompía o simplemente “tropezaba” entre el mantel y los bordes de la mesa, hasta que se enrollaba porque las manos no estaban acordes a la velocidad con que era expulsada de la maquinaria.
Al segundo intento, empezó la emoción de quienes veían desfilar los 250 kilogramos de masa que se utilizaron para envolver la carne de puerco con el adobo especial, elaborado de chiles secos y especias, el tradicional “cochito”. Se habían superado los 35 metros, pero la idea eran los 1,0000 centímetros.
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“¡No, no, no, no, no, así no, esperen!”, manifestaba otro coordinador del acto, montado bajo una carpa que se instaló entre el Parque Central y la Presidencia Municipal de Berriozábal, para alertar a quienes harían posible el “megataco”. La lucha se extendió por más de tres horas.
Superó la expectativa
La voz de un hombre anunciaba, a través de un micrófono, que la meta fue incluso superada: una tortilla de 110.52 metros de largo, como por 15 centímetros de ancho. Los alumnos celebraban, los dueños y colaboradores de al menos 47 empresas participantes también, al igual que los organizadores y los asistentes que, pese a ser un acto mundial, se contaban con los dedos de las manos.
El “cochito”, explica Candi del Valle, maestra de Gastronomía en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, se trata de un platillo típico del estado: es, pues, la carne de cerdo, que puede servirse en presas, con arroz, lechuga, rábano y salsa, o en tacos, y está aderezada con un adobo de chiles secos y condimentos, y por lo regular su cocción pasa por un horno de leña.
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Se siente emocionada porque, externa, no sólo ella vive una competencia de esta talla por primera vez, sino sus educandos.
"Se trata de alentarlos, porque es parte de su formación”, argumenta.
Visto Bueno
Minutos antes de que dos certificadores del “Guinness World Record” le den el visto bueno al taco, el presidente municipal interino de Berriozábal, Fausto Darío de la Cruz Castañón, externaba su alegría por la realización de este acto, pues sabe que el tema de la inseguridad los “ha golpeado fuerte” en los últimos tiempos, o al menos este año, y el turismo se ha venido a la baja.
“Agradecido con Dios porque nos permite este tipo de eventos, en unos tiempos tan álgidos que vivimos, tantos eventos malos que hemos pasado, pero somos un pueblo resiliente, y con esto se nos da la certeza que vamos por el camino correcto”, expuso.
Tras advertir que la inversión para contar con una marca de este tipo es “cuantiosa”, justificó que, al final de cuentas, servirá de mucho para recuperar la afluencia de visitantes que, desde hace dos o tres años, han captado por el embellecimiento constante de su pueblo, pero, principalmente, de su parque.
Guillermo Acero Bustamante, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) también externaba su emoción:
“Fueron cerca de 57 kilogramos de carne, y bueno, ya sólo estamos en espera (del resultado)”. Se siente más feliz, dice, porque superaron por mucho una marca mundial.
De un micrófono emergía, de nueva cuenta, la voz de un varón, quien celebraba la nueva marca; tras hacer el “chequeo del peso”, todos los presentes disfrutaron de unos tacos de “cochito”, ése que le dio el “Récord Guinness” a Berriozábal.
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