El consumo prevé, en el escenario más positivo, la capacidad para desarrollar buenos hábitos, entre los cuales, el de la alimentación quizá sea el más importante de todos.
Junto con una buena hidratación (principalmente a base de agua), el consumo de productos balanceados y con calidad nutrimental puede ayudar a las personas sanas a mantener su organismo en buenas condiciones generales..
Sin embargo, las necesidades de alimentación pueden variar entre los individuos por muchas razones, que van desde el estilo de vida hasta necesidades físicas muy puntuales, pasando por convicciones sociales y un repunte en el consumos de este tipo de productos.
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Datos extraídos de Statista indican que el mercado de productos orgánicos alcanzaba, a finales de 2022, un valor de hasta 170 mil millones de dólares y se prevé que para 2030, su valor sea del doble.
A continuación, abundaremos en las características de los alimentos veganos, vegetarianos y orgánicos, los cuales hoy encuentran un mercado cada vez más creciente. Se trata de alimentos que pueden guardar profundas diferencias entre sí, aún cuando suelen catalogarse en un mismo rubro.
Alimentación vegana y una postura social
Este tipo de consumo prevé la total eliminación de productos de origen animal, incluidos los lácteos, huevos y miel de abeja. El reto entre quienes practican el veganismo consiste en sustituir de un modo correcto la ausencia de proteínas de origen animal; para suplirlas, las personas veganas recurren a los ácidos grasos que se encuentran en los frutos secos (como almendras y nueces) y en las leguminosas (como las lentejas, frijoles y garbanzos).
Si bien, el veganismo pretende mejorar la calidad de vida de quienes lo practican, la mayoría también se integra a una postura social que busca, en la medida de lo posible, causar el menor daño a las demás especies animales. Por eso, es común que las personas veganas rechacen el uso de pieles para su calzado o vestimenta, así como las corridas de toros y otras actividades que comprometen la seguridad y la dignidad de las especies.
Vegetarianismo
Con una posición más moderada, los vegetarianos prevén el consumo de productos de origen vegetal y, en muchos casos, sí integran a su alimentación el consumo de huevos, derivados de la leche y miel cuando se les denomina lacto-ovo vegetarianos; de los contrario, tampoco los consumen. La eliminación de proteínas animales facilita los procesos de digestión de este tipo de consumidores y esta sustitución, al igual que con los veganos, necesita de un adecuado acompañamiento médico.
Alimentos orgánicos sin dañar el entorno
Por su parte, los alimentos orgánicos son aquellos que para su generación, eliminan el uso de fertilizantes artificiales o plaguicidas. Estas acciones prevén suelos de cultivo libres de contaminantes, lo mismo que las aguas para riego sin riesgo de polución, gracias a que carecen de agentes químicos nocivos.
En el caso de productos de origen animal, estos pueden llegar a considerarse orgánicos cuando, para su producción, también eliminan el uso de aditivos químicos en alimentos y forrajes.
Asimismo, los productos de origen animal pueden alcanzar la denominación de orgánico cuando se obtienen de animales libres de maltrato; por ejemplo, el ganado bovino que no vive en hacinamiento ni en condiciones insalubres para la extracción de carne o leche, así como las aves de corral que están sin maltrato para la producción de huevos o el uso de su carne.
Para la adopción de una alimentación vegetariana, orgánica o vegana es necesario hacer una correcta planeación, quizá prever un gasto económico más elevado y, sin excusas, tener la adecuada asesoría médica.