Celebrado cada 3 de diciembre, el Día Internacional del 3D es un momento importante dentro de la historia fílmica del mundo. Gracias a esta tecnología, muchos proyectos tuvieron luz verde, siendo acreedores a diversos premios y reconocimiento, así como rompiendo la taquilla.
El celebrar esta fecha es la oportunidad perfecta para disfrutar de esas películas que llevaron la tecnología estereoscópica al siguiente nivel. Ya sea en la pantalla grande o desde casa, el cine en tercera dimensión sigue siendo una experiencia inmersiva que permite al espectador adentrarse en mundos fantásticos, escenas de acción vibrantes y paisajes imposibles.
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Por eso, reunimos una selección de cintas que no solo aprovecharon la técnica, sino que la convirtieron en un recurso narrativo y visual inolvidable.
Las mejores películas en 3D
Avatar (2009) — James Cameron
La película que redefinió el 3D moderno. Con un nivel de detalle sin precedentes, Avatar sumergió al público en Pandora con profundidad realista y un uso del 3D que iba más allá del truco: se integraba con la historia. Sigue siendo referencia obligada.
Gravity (2013) — Alfonso Cuarón
El espacio nunca se había visto así. Gravity usa el 3D para transmitir la sensación de vacío, fragilidad y soledad en órbita. Cada giro y cada fragmento de escombro flotante potencian la tensión del relato.
Hugo (2011) — Martin Scorsese
Scorsese entrega un homenaje al cine utilizando el 3D como herramienta poética. Hugo demuestra que esta tecnología también puede ser delicada, emocional y profundamente cinematográfica.
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Life of Pi (2012) — Ang Lee
Una historia visualmente deslumbrante que aprovecha el 3D para crear atmósferas mágicas y escenas que parecen salirse de la pantalla. La secuencia de la bioluminiscencia es ya un clásico del formato.
How to Train Your Dragon (2010) — DreamWorks
La animación también ha encontrado en la tercera dimensión un aliado ideal. Las secuencias de vuelo convierten esta película en una experiencia aérea que envuelve al espectador.
Prometheus (2012) — Ridley Scott
El 3D potencia los ambientes fríos, misteriosos y expansivos del universo de Alien. Sus paisajes alienígenas son uno de los mejores ejemplos del uso atmosférico del formato.
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Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018)
Aunque no es un 3D tradicional de lentes, su propuesta visual en múltiples planos y capas la hace imprescindible en un maratón dedicado a la tercera dimensión.
EONM
