Durante muchos años, Mario Bezares fue señalado de ser presuntamente uno de los autores intelectuales del asesinato de Paco Stanley, crimen cometido en julio de 1999 y que marcó un antes y un después en la televisión mexicana.
Gracias a estas acusaciones y con pruebas de dudosa procedencia fue como el comediante y presentador mexicano permaneció en el Reclusorio Oriente por más de año y medio. Este suceso fue retratado en la serie de Prime Video “¿Quién lo mató?”, causando controversia y polémica no solamente para Mario Bezares, sino también para Paola Durante y el hijo de Paco, Paul Stanley, las víctimas colaterales de este homicidio.
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Mario Bezares revela los retos económicos que enfrentó tras salir de la cárcel
Ahora, en una mesa redonda realizada por Yordi Rosado y donde participó el propio Bezares, ‘Capi’ Pérez y René Strickler, el comediante mexicano reveló las complicaciones económicas que enfrentó tras salir de prisión, donde, a pesar de tener las puertas abiertas de TV Azteca, su reconocimiento y precio por sus shows ya no eran los mismos.
“Tuvimos que pagar abogados, copias… De copias fueron 2 melones (millones)… Tuvimos que vender casa, carros y todo”, afirmó Mario Bezares.
De igual manera, el ganador de la segunda temporada de “La Casa de los Famosos México” confesó que, para volver a tener la seguridad económica de la que su familia gozaba antes del homicidio de Paco Stanley, se apoyaron en sus amigos y en el esfuerzo entre él y su esposa, Brenda Bezares.
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A pesar de que las puertas no le fueron cerradas al cien y aún contaba con el medio apoyo de TV Azteca, el prestigio de Mario Bezares ya no fue el mismo; de hecho, el conductor reveló que sintió el trancazo cuando sus hijos comenzaron a crecer y sus necesidades fueron aumentando.
“Empecé a vender shows en mil 500 pesos y tenía que hacer 5 o 6 shows para salir con 10 mil o 12 mil y mandar el dinero a la casa”, admitió; asimismo, confesó que antes de que fuera detenido por las autoridades mexicanas, cobraba entre 50 y 60 mil pesos por presentarse.
Su apoyo incondicional para superar los problemas económicos fue su esposa, Brenda, quien se dedicó al ámbito de masajes, reducción, aplicaciones, camas de sauna, entre muchas cosas.
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“Pero fue una desesperación trabajar 12 o 13 horas y decir ‘me gané 3 mil pesos’”, admitió Mario Bezares, quien además señaló que antes de alcanzar la fama de la pantalla chica, se dedicó a ser un animador en una table dance para lograr solventar los gastos de su familia.
EONM
