La relación entre Imelda Tuñón y Julián Figueroa, hijo de Maribel Guardia, vuelve a generar polémica tras recientes declaraciones de amigos cercanos de la pareja. Todo comenzó cuando se hizo público que Maribel Guardia interpuso una denuncia contra la viuda de su hijo, lo que llevó a que las autoridades decidieran otorgarle temporalmente la custodia de su nieto, José Julián, con el fin de evaluar si Imelda era apta para su cuidado.
Desde el inicio, la historia de Julián e Imelda estuvo llena de emociones intensas. Iñaki, uno de los amigos más cercanos del cantante, recordó cómo las discusiones entre ellos eran constantes, incluso cuando se encontraban separados, lo que afectaba profundamente a Julián.
“Julián solía salir del cuarto a llorar, y era desgarrador verlo con ese dolor. Una pareja debe sumar en tu vida; es normal reír y llorar juntos, pero para mí esto era una señal de que algo no estaba bien”, añadió.
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Y reveló que, desde los primeros días de la relación entre el cantante e Imelda, las discusiones eran frecuentes, lo que afectaba significativamente el bienestar emocional de Julián.
“Se conocieron en una etapa complicada emocionalmente, pero lo que más me impactó fue la cantidad de peleas, incluso por celular, ya que ella estaba en Monterrey”, explicó.
Iñaki señaló que Julián atravesaba momentos difíciles debido a estos conflictos. Recordó que las discusiones eran tan intensas que, en varias ocasiones, el cantante salía de su habitación para desahogarse.
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¿Cómo se conocieron Imelda Tuñón y Julián Figueroa?
En otra entrevista con Javier Ceriani, René Marcos, otro amigo cercano de Julián, compartió detalles sobre el primer encuentro entre el cantante e Imelda. Según su testimonio, ambos estaban en Monterrey cuando se conocieron.
“Conozco a Julián desde 2008, éramos muy amigos y salíamos juntos con frecuencia. Recuerdo cuando Imelda comenzó a escribirle, fue en un viaje que hicimos a Monterrey. Bajamos a recogerla, se conocieron, fuimos a una fiesta y, al final, creo que se fueron a un hotel”, relató.
René también mencionó que, tiempo después, volvieron a Monterrey, pero para ese entonces, la relación entre Julián e Imelda ya era más estable y formal.