Joan Manuel Serrat llegó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para recibir un doctorado honoris causa y convivir con mil jóvenes. En un emotivo encuentro con la cultura y la literatura, el cantautor recibió dicha distinción de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en una ceremonia que destacó tanto por la solemnidad del momento como por la cercanía del cantautor con el público.
Vestido de negro y bajo una ovación que resonó en el Paraninfo 'Enrique Díaz de León', Serrat se detuvo un instante, levantó la mirada al cielo y ofreció una sonrisa cálida a los asistentes, rodeado por los imponentes murales de José Clemente Orozco que decoran el recinto.
Durante su discurso, el artista expresó un profundo anhelo cultural: “En estos días en que Guadalajara se vuelca a las calles para vivir con pasión el mundo de la literatura y de los libros; quiero pensar, quiero estar cierto que llegará el día en que ese México de los libros le gane al México de las armas”. Sus palabras resonaron como un llamado a la esperanza y a la fuerza transformadora de la palabra escrita y cantada.
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Serrat también habló con humildad sobre su trayectoria: “Gracias por los elogios que se han vertido acerca de los méritos que me acompañan, si no son mis méritos; son mis intenciones y a esa parcela de la poesía que es la canción popular”.
Recordó con ternura sus primeros años, cuando de niño acompañaba a su madre en las labores del hogar, cantando por el simple placer de hacerlo, un vicio que, confesó, lo ha acompañado toda la vida.
Además, en su papel de embajador de Barcelona, ciudad invitada de honor en la 39ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Serrat reafirmó la importancia de la música y la literatura como puentes culturales que trascienden fronteras y generaciones.
Joan Manuel Serrat recibe las llaves de Guadalajara
La ciudad de Guadalajara también rindió homenaje a uno de sus invitados más ilustres: el cantautor Joan Manuel Serrat. En una ceremonia cargada de emotividad y reconocimiento, la alcaldesa Verónica Delgadillo hizo entrega de las llaves de la ciudad al músico, quien ha dejado una huella imborrable en la cultura iberoamericana.
El acto tuvo lugar en el Palacio Municipal, donde Serrat llegó poco antes de las 10:00 horas y fue recibido por un grupo de autoridades locales que lo acompañaron hasta el salón de Cabildo, espacio en el que se desarrolló la ceremonia. La emotividad del momento se vio reforzada por la participación de un coro infantil, que interpretó con delicadeza el tema “Cantares”, evocando la poesía y la sensibilidad que caracterizan la obra del cantautor.
Durante su intervención, la alcaldesa Verónica Delgadillo destacó la trascendencia del homenaje: “Un hombre que encontró en la palabra y en la música un vehículo para tocar el alma hoy recibe las llaves de nuestra ciudad. Este gesto trasciende lo protocolario; es un reconocimiento al impacto cultural y humano de su legado”.
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Delgadillo recordó que Serrat visitó Guadalajara por primera vez en 1970, inaugurando así una relación que, décadas después, se materializa en este merecido reconocimiento. Este homenaje se suma al doctorado honoris causa que la Universidad de Guadalajara le otorgó recientemente, reafirmando su influencia en la música, la literatura y las humanidades, así como su invaluable contribución a la cultura de habla hispana.
LCM
