Fátima Bosch habló por primera vez en entrevista con el programa La Mesa Caliente de cómo ha enfrentado las críticas y malos comentarios, tras su triunfo en Miss Universo, por los problemas legales en torno a la organización, y por ser señalada tanto ella como su familia de tener intereses políticos.
“A mí, yo creo que todos esos temas legales no me corresponden, porque yo soy Miss Universo, yo soy la voz de las mujeres del mundo. Y a mí lo que me corresponde es que no politicen mi participación. Yo no tengo ningún interés en la política, no tengo intereses políticos, tampoco estoy afiliada con ningún partido, ni yo ni mi familia".
Y dejó claro que como mujer mexicana está en todo su derecho de admirar a las mujeres que ella quiera, como en el caso de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
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"Sí quiero aclarar algo que yo como mujer mexicana estoy en todo mi derecho de admirar a las mujeres que yo quiera y todo el hate se propició, porque yo siempre he dicho que respeto y admiro a nuestra presidenta, y como no hacerlo. El día que las mujeres entendamos que cuando una mujer avanza en la sociedad y rompe paradigmas de esquemas, nosotras como mujeres podemos también avanzar como comunidad, ese día las cosas van a cambiar muchísimo, entonces yo estoy en todo mi derecho de decidir a qué mujer admiro sin que se tome a mal, mi respeto siempre con ella".
Agregó que a ella lo que le corresponde ahora como embajadora de Miss Universo es prepararse para trabajar con las organizaciones correspondientes.
"A mí lo me corresponde es prepararme muchísimo para poder trabajar con las organizaciones correspondientes y ser la portadora de lo que es Miss Universo, que es una embajadora a nivel mundial, que pueda trabajar por todas las causas sociales".
Fátima Bosch halla refugio espiritual en la Virgen de Guadalupe en medio de la polémica de Miss Universo
La Miss Universo continúa construyendo un reinado marcado no solo por su logro internacional, sino también por la profunda convicción personal que la ha acompañado desde antes de portar la corona. Tras las adversidades que enfrentó en su camino al certamen, la joven tabasqueña ha mantenido firme uno de los pilares más visibles de su identidad: su fe católica.
En días recientes, Fátima compartió un momento especialmente significativo durante su visita a la Catedral de San Patricio, en Nueva York, donde se reencontró con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Aunque la distancia y los compromisos inherentes a su título la mantienen lejos del país, la modelo expresó que este gesto representó un refugio espiritual en medio de la exigente agenda que vive desde su coronación.
La cuenta oficial de Miss Universo difundió las imágenes acompañadas de un mensaje reflexivo que subrayó la idea de que, aun a miles de kilómetros de casa, Bosch encuentra en su fe un espacio de arraigo y pertenencia. Para la tabasqueña, el breve instante de oración frente a la Guadalupana fue un recordatorio íntimo de fortaleza, especialmente después de las críticas que surgieron tras su victoria y la controversia mediática que ha rodeado su nombre.
La muestra pública de su espiritualidad fue recibida con calidez por parte de sus seguidores, quienes destacaron la autenticidad con la que la modelo comparte los aspectos más personales de su vida, incluso en un entorno donde la exposición suele ser abrumadora.
Fátima Bosch Fernández, nacida el 19 de mayo del 2000 en Teapa, Tabasco, se ha consolidado como una figura relevante dentro del mundo del modelaje y los certámenes de belleza. Es la cuarta mexicana en obtener el título de Miss Universo y la primera representante de su estado en competir a nivel internacional.
Formada en Diseño de Indumentaria y Moda por la Universidad Iberoamericana, complementó su preparación en la Nuova Accademia di Belle Arti de Milán y en el Lyndon Institute en Estados Unidos. Más allá de su trabajo como modelo, Bosch ha destacado por su interés en la moda desde una perspectiva creativa y conceptual.
Su trayectoria incluye logros como "Flor de Oro Tabasco 2018" y "Miss Universe México 2025", títulos que marcaron pasos decisivos hacia el escenario mundial. Sin embargo, la historia de Bosch no ha estado exenta de desafíos: en su infancia fue diagnosticada con dislexia y TDAH, y vivió episodios de bullying escolar. Hoy, estas experiencias forman parte de su mensaje hacia los jóvenes, a quienes busca inspirar a través de su testimonio de resiliencia.
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Además, la mexicana ha manifestado un particular compromiso con la filantropía, actividad que considera el aspecto más enriquecedor de su agenda actual. Pese a los señalamientos y rumores que rodearon su coronación, Bosch ha sostenido con firmeza que su triunfo responde a su trabajo, preparación y disciplina.
Con cada paso que da como Miss Universo, Fátima Bosch reafirma que su identidad está compuesta tanto por su vocación profesional como por los valores personales que la han acompañado desde sus primeros años. Su reciente encuentro con la Virgen de Guadalupe es una muestra más de esa coherencia que ha sabido sostener, incluso ante la mirada del mundo.
LCM
