Las primeras horas de Fátima Bosch como Miss Universo 2025 estuvieron marcadas por una mezcla intensa de agotamiento, celebraciones y una exposición pública inmediata que puso a prueba su carácter. Tras casi dos días sin dormir —resultado de los compromisos oficiales y de la alegría compartida con su familia—, la joven mexicana comenzó su reinado enfrentando tanto muestras de cariño como cuestionamientos infundados.
Mientras la organización la trasladaba de un compromiso a otro, surgieron en redes sociales acusaciones que ponían en duda la legitimidad de su coronación. Algunos usuarios aseguraban que su triunfo había sido manipulado, particularmente en perjuicio de la representante de Tailandia y de otras finalistas.
La ola de comentarios negativos creció rápidamente, alimentada por declaraciones previas del músico franco-libanés Omar Harfouch, quien había renunciado al jurado argumentando irregularidades en la selección inicial de semifinalistas. Fiel a su discurso de conciliación, Bosch optó por responder con serenidad: tomó de la mano a Nawat Itsaragrisil, director de Miss Universe Tailandia —quien días antes la había criticado por su actividad en redes—, en un gesto que buscó desactivar tensiones y reafirmar su compromiso con el respeto.
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Después de abandonar el escenario principal, aún rodeada por un robusto dispositivo de seguridad y sosteniendo la pesada corona que simboliza su nuevo papel, su primera reacción fue buscar a su madre. La abrazó con la emoción de quien sabe que ha cumplido un sueño largamente construido. Su madre, visiblemente conmovida, recordó que Fátima solía desvelarse de niña imaginando que no lograría destacar en la vida; ese temor quedó atrás al verla convertirse en figura mundial.
Fátima Bosch comparte corona y hace llorar a enfermera… Y a todos en redes
En medio del caos propio de la coronación, Fátima también mostró su espontaneidad: grabó un breve video, apenas de unos segundos, en el que exclamó con incredulidad y alegría: “¡Soy Miss Universe!”. Ese mensaje, difundido rápidamente, se convirtió en su primera declaración personal tras obtener el título.
También compartió momentos con el personal del Hospital del Niño, entregó juguetes y mostró el gran ser humano que es al compartir su corona de Miss Universo con una de las enfermeras, sorprendiéndola con su gesto y alegrándole el día al cantarle las mañanitas porque era su cumpleaños.
Algunas de las reacciones que generó el video que circula en redes fueron: “Hasta la enfermera tuvo la corona en la cabeza”, “Solo como dato, empezó a hacer labor altruista desde los 14 años, cada año hace colecta de juguetes junto con su familia, para llevarlos al hospital del niño, ella es así desde siempre”, “Es como Mía en el Diario de la Princesa”, “Y que hago llorando yo”, “Que alma tan hermosa”, “Insisto, lo que hace, su espontaneidad la hace más Reyna y más bella”.
LCM
