En medio de la temporada más misteriosa y terrorífica del año, las creadoras del exitoso podcast Morras Malditas presentaron a La Silla Rota su nuevo libro, “Apaguemos la luz y entremos a la noche”, una antología de 47 relatos que recorren México a través de historias sobrenaturales, leyendas orales y testimonios que desafían la ciencia y la razón.
Con la mezcla perfecta entre humor, empatía y misterio, Jannis y Maldo nos invitan a un viaje por la oscuridad del país, uno donde el miedo y la memoria se entrelazan para mantener vivas las voces del pasado.
“Nosotras no queremos convencer a nadie de creer en fantasmas”, afirmaron Jannis y Maldo entre risas, “solo queremos compartir lo que la gente nos contó con tanto amor, respeto y, sobre todo, con verdad”.
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Morras Malditas nació como un podcast hace cuatro años, que se ha vuelto un fenómeno que rescata las leyendas del México rural desde una mirada femenina y contemporánea.
De podcast a una expedición sobrenatural: así fue la creación del libro
Lo que comenzó como un espacio para narrar historias enviadas por su comunidad se transformó en una travesía por carretera de norte a sur del país. Durante dos años, las Morras Malditas recorrieron pueblos y comunidades de Oaxaca y Sonora, donde recopilaron relatos contados en lenguas originarias, algunos transmitidos de generación en generación.
“Queríamos escuchar las historias directamente de las abuelas y abuelos”, explica Jannis. “A veces necesitábamos un traductor de mixteco al español, y eso lo hacía todavía más especial. Era como abrir una puerta a otro mundo”.
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En Oaxaca, la neblina y las montañas ocultaban espíritus que cuidaban cuevas o resguardaban tesoros, mientras que en Sonora, el desierto era escenario de apariciones y maldiciones ancestrales. Cada historia, narran, fue una mezcla de miedo, risa y asombro.
Una de las experiencias más impactantes ocurrió en San Rafael de Ures, donde Maldo y Jannis escucharon el relato de un hombre enfermo que, al contar su experiencia paranormal, provocó que una ráfaga de viento helado saliera desde el interior de su casa. “Estábamos afuera y no hacía frío”, recuerda Maldo. “Pero de pronto, desde adentro, salió un aire heladísimo. Nos volteamos a ver con cara de: ‘¿tú también lo sentiste?’ Fue muy fuerte”.
Entre lenguas, espíritus y nostalgia
Más allá del terror, el libro también busca reflexionar sobre la pérdida de las lenguas originarias y el valor de la tradición oral. Jannis, de raíces mixtecas, confiesa que esta experiencia la llevó a reconectar con su historia familiar. “Soy la primera generación que ya no habla mixteco”, comenta. “Mientras hacíamos el libro, me prometí aprenderlo. Quiero rescatar lo que mi abuela y mi padre hablaban”.
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Cada relato está acompañado por ilustraciones realizadas por Maldo, quien buscó equilibrar lo visual con lo imaginativo: “Teníamos que decidir qué mostrar y qué dejar a la imaginación del lector. Hay seres que es mejor no ver del todo”.
El resultado es una obra que combina antropología, arte visual y memoria colectiva. Las letras moradas, el relieve de la portada y las imágenes detalladas invitan a sumergirse en un universo que honra el México profundo. “Más que un libro de terror”, señalan, “es una carta de amor a nuestro país, a lo que fue y a lo que aún resuena en la oscuridad”.
“Apaguemos la luz y entremos a la noche” no es solo una invitación a leer, sino a mirar hacia adentro: hacia los miedos que heredamos, las voces que siguen hablándonos y las sombras que, tal vez, nunca se fueron.
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Con humor, sensibilidad y una pizca de oscuridad, las Morras Malditas logran que lo sobrenatural se sienta tan cercano como una charla nocturna junto al fuego. Y cuando termines de leer, quizá también quieras apagar la luz… solo para ver qué te susurra la noche.
EONM
